A la T1 le han salido varios padres, aparte de Zapatero, que la inauguró ayer. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, consideró «incuestionable» que la nueva terminal de El Prat, así como la llegada del AVE a Barcelona, son fruto de los Gobiernos del PP, que trabajaron en colaboración con CiU. Calificó de sorprendente que Zapatero se arrogue el proyecto, cuando en su mandato no ha aprobado ninguna nueva infraestructura. A su juicio, nadie puede discutir que «se inició y aprobó cuando gobernaba el PP».
Tanto Artur Mas como Josep Antonio Duran i Lleida han reivindicado el Pacto del Majestic suscrito por el PP y CiU que permitió planificar el aeropuerto de El Prat, en contraposición con la «paralización» de los grandes proyectos de infraestructuras con el Gobierno del PSOE.
Pero el portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, se remontó a la firma en 1994 de un denominado plan del Delta, entre el entonces ministro de Obras Públicas, Josep Borrell, y Jordi Pujol, que sentaba las bases para la ampliación de aeropuerto. El portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macías, le replicó que Borrell no cumplió ese compromiso de desarrollar el plan y tuvo que ser su grupo el que consiguiera desbloquear la T1.