ETA planeó asesinar a Garzón con veneno

EFE

ESPAÑA

ETA planeó asesinar al juez de la Audiencia Nacional con un veneno introducido en una botella de coñac que le sería enviado como regalo de un falso admirador, según publica el diario 'El País' en su edición de hoy.

09 jun 2009 . Actualizado a las 10:49 h.

ETA planeó asesinar al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón con un veneno introducido en una botella de coñac que le sería enviado como regalo de un falso admirador, según publica el diario 'El País' en su edición de hoy, martes.

'El País' cita como fuente un documento intervenido al 'jefe militar' de la banda terrorista Jurdan Martitegi, arrestado el pasado 18 de abril y detenido junto a las otras dos personas en Montauriol (Francia) cuando pretendían mantener un encuentro.

Martitegi tenía en su poder, al ser detenido, un listado de atentados entre los que figuraba uno que sería perpetrado durante la investidura de Patxi López como lehendakari y otro cuyo encabezamiento era: «Propongo hacer una acción mediante veneno».

El plan para atentar contra Garzón consistía en enviar como regalo una botella de coñac de calidad o de otra bebida que le gustase al magistrado junto a una copa de cristal cara.

Con el fin de evitar cualquier sospecha de los servicios de seguridad de la Audiencia Nacional, el regalo sería enviado desde una agencia de mensajería que no estuviera en el País Vasco y su remitente sería un supuesto estudiante de cuarto curso de derecho de una universidad también ajena al País Vasco.

En la nota que acompañaría al regalo, el falso estudiante explicaría su admiración hacia el juez por haber procesado a Augusto Pinochet o por las causas abiertas en torno a la corrupción en el PP, e incluso por «los macrosumarios que tiene con Euskal Herria».

El documento requisado a Martitegi señala que el envenenamiento se planteaba como un desafío a las medidas de seguridad del juez y preveía extender el ataque a otros magistrados como Fernando Grande-Marlaska o Santiago Pedraz.

Se trataría de una advertencia de que, por más vigilancia que se monte, «se puede golpear a los objetivos, no con bomba o bala, pero...». Asimismo, se subraya que una vez empleado este sistema sería la última vez que funcionara, ya que se adoptarían nuevas medidas de seguridad antiterrorista.

En el documento se señalaba que «sería un gran logro para la organización» y proponía tener listo, grabado o escrito, el mensaje de reivindicación para, en caso de que el envenenamiento tuviera éxito, divulgarlo con la máxima celeridad.

Martitegi, de 29 años, es el autor del atentado que acabó en Legutiano con la vida del guardia civil Juan Manuel Piñuel. Accedió a la jefatura de los comandos de ETA tras las sucesivas detenciones de sus antecesores Garikoitz Azpiazu (Txeroki) y Aitzol Iriondo (Gurbitz).