López hará una oferta de «diálogo permanente» en su investidura

Enrique Clemente La Voz

ESPAÑA

Mañana será investido lendakari y pondrá fin a 29 años de dominio nacionalista en el Gobierno vasco

04 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El socialista Patxi López hará historia mañana al convertirse en el primer lendakari no nacionalista tras la aprobación del Estatuto de autonomía, pero se enfrentará a una legislatura envenenada. Cuenta solo con la tercera parte de los 75 escaños del Parlamento vasco, que unidos a los 13 del PP y al que tiene el partido de Rosa Díez, la UPyD, le otorgarán la mayoría absoluta para terminar con 29 años de dominio del PNV, pero no lo tendrá nada fácil para gobernar.

En todo caso, durante la sesión de investidura de mañana presentará una «oferta permanente de diálogo y consenso» a todas las fuerzas políticas, según señaló el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, que avanzó ayer que el tono del discurso de López «no será agresivo, ni ofensivo ni de revancha para pasar facturas». Un mensaje especialmente dirigido al PNV.

Pero la formación nacionalista, que ganó claramente las elecciones con 30 parlamentarios, no ha aceptado su salida del poder y anuncia una oposición a cara de perro. De hecho, ya la ha exhibido en el Congreso de los Diputados, donde ha pasado de ser un aliado fiel de Zapatero a uno de sus más duros críticos. Por otro lado, la alianza del PSE con el PP, que parece sólida en estos momentos, deberá someterse a la prueba de la gobernación del País Vasco, pero también a los avatares de la política nacional, marcada por un enfrentamiento sin tregua entre socialistas y populares.

De esta forma, el nuevo lendakari podría verse atrapado entre el rechazo frontal de los nacionalistas y las reticencias de los populares a apoyar algunas de sus propuestas. Las dificultades que López ha tenido para incorporar independientes a su gobierno son un augurio de los problemas que se va encontrar para desarrollar su labor.

El primer test de la colaboración entre los dos partidos no nacionalistas serán las medidas anticrisis que López anunciará en su discurso de investidura. Pretende aumentar la deuda de los 490 millones de euros en que se encuentra a 3.300. La incógnita es si Antonio Basagoiti dará su respaldo a unas iniciativas que suponen un aumento del gasto y el endeudamiento que Rajoy critica con dureza.

Otro asunto en el que se prevén discrepancias es la reforma del Estatuto de Gernika, que López quiere abordar con el mayor consenso posible, pero el PP considera innecesaria. Ni que decir tiene que el actual PNV soberanista con Ibarretxe no estará por la labor. Otra cosa sería si los nacionalistas giraran hacia la moderación.

Pero más allá de la crisis económica y del desarrollo estatutario, los objetivos del nuevo lendakari serán el combate a fondo contra ETA, profundizando su deslegitimación política y social, la normalización de las relaciones entre los ejecutivos vasco y central y sepultar los intentos soberanistas encarnados por Ibarretxe. Solo un 4,6% de los vascos se pronunciaron por un pacto PSE y PP, lo que indica desde dónde parte un López que ha reiterado sus deseos de ser el lendakari de todos. Incluso en el PSOE hay quienes se inclinaban por una alianza con el PNV, la preferida por la sociedad vasca y que habría asegurado al Gobierno su apoyo en Madrid.