El acuerdo vasco incluye el compromiso del PP de apoyar los presupuestos que presente el Gobierno de Patxi López

ESPAÑA

28 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Va a ser muy difícil». Así prevé la etapa de gobierno Rodolfo Ares, secretario de Organización del PSE y máximo responsable de la comisión que ha negociado con el PP el preacuerdo para asegurar la investidura de Patxi López como lendakari. Los socialistas no quieren hipotecar su política por una coalición de gobierno con los populares, recelosos del extremismo antinacionalista del PP en el País Vasco. Por ello, defienden a capa y espada «la posibilidad de diálogo con otras fuerzas», en palabras de Ares. Lo que obligará al futuro Ejecutivo a una negociación permanente para conseguir las mayorías parlamentarias de las que carece. Por esta razón, el preacuerdo suscrito anteayer incluye el compromiso del PP de respaldar los presupuestos de la comunidad.

Se trata de la ley más importante de cada ejercicio, por cuanto su aprobación requiere la mayoría absoluta de la Cámara y porque traduce en cifras los fundamentos políticos del Gobierno. En este sentido, el preacuerdo tiene las características de un pacto de legislatura. No obstante, el PP condiciona su apoyo al cumplimiento de los compromisos fijados en el acuerdo, que se centran en nueve áreas temáticas: lucha contra el terrorismo; promoción de las libertades públicas, incluida la deslegitimación social de la violencia; política lingüística, que garantice que no haya discriminación en el acceso a puestos públicos por el desconocimiento del idioma vasco; lucha contra la crisis económica, sanidad, vivienda, infraestructuras y desarrollo del autogobierno.

Más allá de los contenidos del acuerdo, que deberá ser refrendado a principios de la próxima semana por las ejecutivas de ambos partidos, socialistas y populares destacaron la recuperación del clima de confianza entre ambas formaciones, roto durante la etapa de María San Gil al frente de los populares vascos. Aunque nadie prevé mayores dificultades, el pacto es susceptible aún de pequeños retoques.

Las críticas al acuerdo fueron unánimes desde las formaciones nacionalistas. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, salió al paso y dijo, en respuesta, que en realidad están haciendo un favor al PNV porque le ayudará a deshacerse de Juan José Ibarretxe. El socialista Rodolfo Ares optó por obviar las críticas y prefirió hablar «de los problemas de la gente y de unir al país en torno a proyectos compartidos, para que cada uno se sienta vasco como quiera».