La hija de una concejala del PP de Getafe usa una tarjeta 3G del ayuntamiento para bajarse la serie americana.
09 mar 2009 . Actualizado a las 20:41 h.La travesura de su hija de 14 años le ha costado a Blanca Rosa Alcántara uno de los disgustos más grandes de su carrera política. Ella es concejala del Partido Popular en la localidad madrileña de Getafe y jamás podría pensar que su pequeña se podría gastar 30.000 euros del ayuntamiento a lo largo de un año sin que se enterara. No invirtió en ropa, joyas u otros caprichos. Se gastó esa cantidad a través de la tarjeta 3G de su madre para descargarse Perdidos, su serie favorita, además de otras cosas. La enfadada madre ya ha pedido perdón y prometió devolver todo el dinero y los intereses correspondientes al consistorio.
Esta historia político-familiar comenzó cuando a la primera teniente de alcalde y concejala de Seguridad Ciudadana, Sara Hernández (PSOE), los funcionarios municipales le comunican que hay una facturación «excesiva y desmesurada» en una de las líneas de móviles asignadas al grupo popular, más en concreto la que correspondía a la concejala Alcántara, quien se puso a investigar de inmediato. Las pesquisas de la ocasional detective dieron con una serie de casualidades que provocaron el derroche.
La edil tiene instalado un sistema wifi en su casa para conectarse a la red; sin embargo, el internet sin cables no llega a la habitación de la joven. De forma inconsciente, ésta usaba con total normalidad el ordenador de su madre y se conectaba, sin saber que lo estaba haciendo a través de la tarjeta 3G que proporcionó el ayuntamiento. De esta manera se bajó varias temporadas de Perdidos (en España se han emitido 82 capítulos en cuatro años) y alguna serie más. De esta manera, disparó el presupuesto hasta los 30.000 euros enseguida.
Estas tarjetas se contratan con una velocidad y un precio determinado. Por ejemplo, si se tiene contratada una tarifa plana de 1GB (gigabyte), cada mega de exceso se paga entre 0,50 y 0,60 euros, dependiendo de la compañía. Es decir, que un capítulo ha podido costar unos 15 euros. Tras ver el desbarajuste, la concejal pidió a la primera teniente de alcalde el importe «para proceder a su reintegro» y lamentó que no se le hubiera avisado un poco antes.