Aznar denuncia el descrédito oficial del pacto de la Transición

Colpisa

ESPAÑA

El ex presidente ha ingresado hoy en el claustro de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia.

20 ene 2009 . Actualizado a las 20:18 h.

El ex presidente del Gobierno y, desde este martes, doctor honoris causa por la Universidad CEU de Valencia, José María Aznar, ha repasado la evolución política de la democracia española en su discurso de investidura, para concluir que España padece una triple crisis de «cohesión política, ideas y valores», que ya existía antes de la financiera. Además, vaticinó que las dificultades económicas todavía serán «prolongadas, duras y profundas».

En su discurso, al que asistieron el presidente autonómico, Francisco Camps, el ex ministro popular Eduardo Zaplana y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el nuevo doctor honorífico no mencionó en una sola ocasión al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero las críticas a su gestión centraron toda su atención. Sobre todo, denunció la «radicalización» que aprecia en su actuación política y lamentó que se haya impuesto «un relato oficial que desacredita el pacto de la Transición en beneficio de la radicalidad y de la ruptura, del revisionismo más estéril, y de la división en la sociedad española».

Entre aplausos, Aznar ha denostado la actual evolución del proceso autonómico y aseguró que «se ha instalado entre nosotros la errónea creencia de que la relación entre el Estado y las Comunidades Autónomas es un ejercicio de suma cero que debe ir en una sola dirección, como si todo lo que pierde el Estado lo ganaran las Comunidades Autónomas». «Con un Estado débil, perdemos todos», dijo. El nuevo doctor honoris causa apuntó que, a pesar de «la gravedad y la profundidad de la crisis» que padece España, «es posible» recuperar la confianza y volver «al camino del éxito».

Para ello, puntualizó, son necesarias otras medidas que no sean «cortoplacistas» y de «pequeños vuelos», ya que se hacen necesarias reformas «muy profundas» que aporten estabilidad presupuestaria, mejoren la fiscalidad, el empleo, las pensiones, las infraestructuras, la energía, los marcos reguladores o liberalizadores,

«No es el momento de la resignación, sino la hora de la esperanza», proclamó e instó a todos a afrontar cuanto antes la crisis con empeño y determinación bajo una voluntad de consenso. Por último, el ex presidente del Gobierno también ha lamentado que se haya «quebrado una línea de continuidad en la vocación exterior de España» y reivindicó las políticas de Adolfo Suárez y Felipe González.