La cúpula popular rebaja el optimismo de Aguirre tras hablar con Zapatero

P. de las Heras / T.?N.

ESPAÑA

24 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Partido Popular desconfía de las promesas de José Luis Rodríguez Zapatero sobre financiación autonómica. Por esta razón, sus dirigentes exigieron ayer al presidente del Gobierno que negocie la reforma del modelo con la dirección del partido opositor en vez de con las comunidades autónomas. Esta es la postura que había mantenido desde el primer momento Francisco Camps, uno de los apoyos más sólidos con los que cuenta la actual cúpula del PP. El barón autonómico reclamó a Zapatero, tras su entrevista con Montilla y Chaves que se reuniera con Mariano Rajoy para negociar un modelo de financiación autonómica válido para todas las comunidades.

El entusiasmo mostrado el lunes por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tras su reunión con Rodríguez Zapatero hizo saltar las alarmas en el partido, que hasta ese momento se había manifestado unánimemente en contra de la iniciativa del jefe del Gobierno. Por esta razón, la dirección del PP se afanó ayer en rebajar el optimismo de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

María Dolores Cospedal, secretaria general del PP, criticó el método empleado por el jefe del Ejecutivo y le reclamó «un ejercicio de honestidad, responsabilidad y sinceridad» para que en las negociaciones «no se limite a decirle a todos lo que quieran oír ni trate de engañar a cada uno de los presidentes». Cospedal insistió en que «así no se hace una negociación», y Cristóbal Montoro, portavoz económico popular, recordó que el Gobierno se comprometió en su día «a iniciar una negociación con el partido, no con las comunidades». «Unos pueden salir muy ganadores y otros muy poquito ganadores, con lo que estaríamos abriendo la brecha entre comunidades autónomas», añadió.

El aval de Aguirre a las propuestas de Zapatero alarmó de forma especial al Gobierno de Castilla y León, que teme salir perdiendo si se prima el criterio de la población. Aunque el presidente de la comunidad, el popular Juan Vicente Herrera, habló con Zapatero el domingo, su portavoz subrayó ayer que la negociación no ha empezado bien y aclaró que la presidenta madrileña «es una persona muy querida en esta casa, pero no representa a los ciudadanos ni al Gobierno de Castilla y León».

Fuentes cercanas a Aguirre precisaron que la presidenta pactó con Rajoy y con el responsable autonómico del PP, Javier Arenas, la estrategia a seguir en su reunión con Zapatero y que en la conversación había «expuesto lo pactado», es decir, reclamar una negociación multilateral y preservar la solidaridad interregional.