EA rompe con el PNV por su «involución política» y hace un guiño a los independentistas radicales

ESPAÑA

13 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El mapa político vasco, muy estable en los últimos años, empieza a agitarse con vistas a las elecciones autonómicas previstas para el próximo mes de marzo. El triunfo de los socialistas en la comunidad autónoma en las pasadas elecciones generales y los sondeos que pronostican un empate en las autonómicas entre PSOE y PNV han supuesto un pequeño terremoto cuyas consecuencias no acabarán de verse del todo hasta pasado un cierto tiempo.

El PNV le ha visto las orejas al lobo y, tras dejar morir la consulta de Ibarretxe, ha optado por moderar su discurso al tiempo que se ha sacado de la chistera un conejo en forma de «concierto político» que, como metáfora del económico, sea fruto de un pacto con el Estado para incrementar y reforzar la autonomía vasca.

La estrategia ha sentado especialmente mal a sus socios de coalición y de gobierno, Eusko Alkartasuna, que temen verse arrastrados por la nueva dinámica peneuvista y sin la contrapartida del poder, ya que difícilmente tendrán la fortaleza electoral suficiente para volver a entrar en el Gobierno.

EA es un partido fruto de la escisión del PNV promovida por el ex lendakari Carlos Garaikoetxea, cuyo peso electoral ha ido decreciendo consulta a consulta, desde el 15,86% que consiguió en 1986 hasta el 8,69% de hace diez años. Por ello, en las dos últimas elecciones ha concurrido en coalición con el partido del que provenía. El pacto reforzó el voto de la coalición en el 2001, coincidiendo con la efervescencia del pacto de Lizarra, pero rápidamente comenzó un declive que se prolonga hasta hoy.

Confrontación

La dirección de EA anunció el lunes su decisión de romper la coalición, que el presidente del partido, Unai Ziarreta, justificó ayer por lo que calificó de «involución política» del PNV, de la que culpó a Íñigo Urkullu. Esta partido, agregó, «no contempla la confrontación democrática, siempre pacífica, con el Estado español» para superar el actual marco estatutario. Por ello, Eusko Alkartasuna acentuará su perfil soberanista y concurrirá a los comicios de marzo con una propuesta para conformar «mayorías claras» en favor de la independencia del País Vasco.

La pretensión última de EA es constituir en el País Vasco, una plataforma similar a la de Nafarroa Bai, con la exclusión del PNV y la inclusión, en su lugar, de un sector de la izquierda aberzale ligado hasta ahora a Batasuna y que estaría intentando poner en marcha una nueva formación que apostara en exclusiva por la línea política y alejada de la tutela de ETA. Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, ex secretario general del sindicato aberzale LAB, serían los principales impulsores de esta formación.