El Gobierno cuenta con el PNV y el BNG para aprobar los Presupuestos

ESPAÑA

16 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Al Gobierno le salen las cuentas. Está convencido de que contará con apoyos suficientes para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado, aunque sea por un margen muy escaso. La clave está en que lo apoyen los seis diputados del PNV, que unidos a los dos del BNG le darían 177 votos, uno más de los que necesita. Incluso podría contar también con Coalición Canaria, grupo con el que Pedro Solbes inició ayer la primera ronda de negociaciones, que continuará hoy con CiU, PNV e IU-ICV.

Aunque resulte paradójico y una contradicción que hace buena la frase de que la política hace extraños compañeros de cama, Zapatero se basaría para sacar adelante las cuentas públicas estatales en el principal partido de un Gobierno tripartito que lucha por la soberanía del País Vasco y con el que mantiene un duro contencioso.

En vísperas de reunirse hoy con el vicepresidente segundo, el PNV dejó entrever ayer que el respaldo de su grupo es más que probable por lo que denominó «un ejercicio de responsabilidad» y pese a la «importante brecha y el desencuentro político» con Zapatero a causa de la consulta popular de Ibarretxe. En un comunicado aseguró que podría dar sus votos «en pro del interés de los ciudadanos» que «en este especial y difícil momento para las economías domésticas desean unidad». Pero advirtió de que el Gobierno «no va por buen camino» para afrontar la crisis y, sobre todo, que su respaldo «no será incondicional ni gratuito». Las condiciones que pondrá sobre la mesa el PNV son la reclamación de las políticas activas del Inem y la participación del Gobierno vasco en las competencias de I+D-i, además del crucial apoyo del PSE a los Presupuestos del Gobierno vasco.

El PNV presenta su cara más pragmática que le permite la pirueta política de separar la negociación presupuestaria del conflicto con el Gobierno por la consulta popular abortada por el Constitucional. Algo similar se puede decir del Gobierno socialista, que recurre a quien lo está desafiando y lo va a llevar ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo por estricta necesidad matemática y de calendario. Cree que no va a poder contar con los partidos catalanes, pues supeditan su apoyo a conseguir un acuerdo favorable para la financiación de Cataluña, lo que es muy improbable cuando se debatan las enmiendas a la totalidad en el Congreso.

El portavoz peneuvista, Josu Erkoreka, ya ha hecho llegar un mensaje a la Moncloa de la disposición de su grupo a apoyar las cuentas públicas del Estado, que ha sido acogido de buen grado por Zapatero.

Pero el pacto en Madrid tiene un trasfondo político y puede conllevar un coste importante para el PSE a seis meses de unas decisivas elecciones en el País Vasco. Su apoyo a los presupuestos de Ibarretxe y la cesión de competencias en empleo e investigación reforzarían a un PNV que se arriesga a perder el poder después de casi 30 años y moderarían su imagen dañada por el maximalismo de Ibarretxe que asusta a una parte de su electorado.

El BNG también está dispuesto a negociar. «Vamos con ánimo de dialogar y con la predisposición de que se pueda llegar a un acuerdo, pero con la constatación de que las posiciones de partida son muy distantes y a día de hoy el BNG no apoyaría los Presupuestos», aseguró ayer a La Voz su portavoz en el Congreso, Francisco Jorquera.

Por su parte, la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, aseguró ayer que su apoyo «no está más cerca» que antes de la reunión con Solbes, aunque valoró que Zapatero admitiera que la crisis afecta en mayor medida a Canarias.