A la larga lista de ahogados de este verano se sumaron ayer dos hombres, un anciano y un joven, que murieron ayer, en aguas de localidades de Jaén y Málaga.
El primero de ellos, un hombre de 90 años, se asfixió tras caer a una piscina, en la localidad jiennense de Linares. La llamada de alerta se produjo a las 15.30 horas, solicitando la presencia de la policía en el número 55 de la calle Orquídeas de Linares.
Hasta allí se desplazaron miembros del servicio de emergencias sanitarias, que no pudieron hacer nada más que certificar el fallecimiento del anciano, del que no se ha facilitado su identidad y al que sus familiares ya habían sacado de la piscina. También se personaron miembros de la Policía Judicial y el forense, para proceder al levantamiento del cadáver e investigar las causas del suceso.
Mientras, en la capital malagueña, un hombre de 30 años resultó ahogado en la playa de Palo. El Servicio de Emergencias recibió una llamada a las 18.00 horas que advertía de la presencia de una persona joven con síntomas de ahogamiento. Protección Civil y el Servicio de Emergencias trataron de reanimar al hombre, sin éxito.