El obispo de Bilbao y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, exigió ayer en una rotunda homilía la desaparición «total e inmediata» de ETA. Ante una basílica de Begoña repleta de cargos institucionales y feligreses que asistían a la misa por la patrona de Vizcaya, Blázquez denunció que «ante el terrorismo no caben apoyos sociales, ni inhibiciones, ni cálculos tácticos».
El número dos de la Iglesia española reclamó que el terrorismo «debe desaparecer» porque, «si siempre fue inmoral, cada día se hace más insoportable». También abogó por que «prosiga la deslegitimación histórica, política y ética» de ETA y se lamentó de que «un año más venimos a celebrar esta fiesta con las heridas abiertas de la violencia y con el deseo profundo de paz». «No podemos soportar que muchos de nuestros conciudadanos sean insultados y amenazados», concluyó.
Casi a la misma hora, el obispo de San Sebastián, José María Uriarte, realizó una homilía en el que también tocó el tema del terrorismo llamando a los sus feligreses a «inmunizarse contra la desesperanza» y a afrontar las «preocupaciones y decepciones» que atenazan al país, entre las que citó «la amenaza del terrorismo, la crisis económica y la tensión política.