Zapatero ofrece respeto y lealtad a Rouco, pero le exige reciprocidad

ESPAÑA

02 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

José Luis Rodríguez Zapatero ofreció ayer «respeto» y «lealtad» a Antonio María Rouco Varela, pero le exigió reciprocidad de la Iglesia ante los cambios legislativos que ha anunciado, entre ellos la reforma de la Ley de Libertad Religiosa y la ampliación del aborto, así como en la implantación de Educación para la Ciudadanía. El presidente del Gobierno recibió en la Moncloa al de la Conferencia Episcopal (CEE) como es habitual cuando este último cargo es elegido.

Ambas partes remarcaron el carácter institucional y el «ambiente de cordialidad» del encuentro, según la CEE, pero lo cierto es que las discrepancias de fondo siguen siendo totales. Además, fuentes eclesiásticas filtraron que Rouco se había sentido molesto por la forma en que Zapatero lo había convocado a la Moncloa, el 1 de agosto, justo antes del inicio de sus vacaciones, cuando esperaba que sería recibido ya en septiembre.

También destacaron que la reunión fue «muy diferente» a la que mantuvieron en el 2005 Ricardo Blázquez y el jefe del Gobierno, ya que entonces el Ejecutivo y la CEE emitieron un comunicado conjunto. En esta ocasión, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega informó del encuentro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y los obispos emitieron un breve comunicado. En dicha nota, la Conferencia Episcopal respondía a esa exigencia de respeto que Zapatero trasladó a Rouco y que hizo pública Fernández de la Vega. Esta, ante la pregunta de un periodista, se vio obligada a matizar que el hecho de pedir respeto y lealtad no significaba que la jerarquía católica no respete estos principios en sus relaciones con el Gobierno.

«La Iglesia promueve el respeto a la legítima autoridad del Estado y ejerce, a su vez, el propio ministerio de celebrar y anunciar la fe y la moral católica con libertad evangélica», señalaba la nota. Lo que traducido quiere decir que continuará criticando las leyes que considere que van contra la religión católica.

Rouco pidió flexibilidad a Zapatero en la aplicación de Educación para la Ciudadanía, pero, según fuentes gubernamentales, este le respondió que «la ley es la ley». De la Vega reconoció que en esta materia se mantienen las discrepancias, pero que se tratan «con mucho diálogo». En otro de los asuntos en discusión, el jefe del Ejecutivo se limitó a explicar a su interlocutor las líneas generales de la Ley de Libertad Religiosa, sin darle más detalles. Entre tantas diferencias, solo un motivo de acuerdo. Zapatero ofreció a Rouco el apoyo logístico necesario para que la Jornada Mundial de la Juventud del 2011, que se celebrará en Madrid con la asistencia del Papa, sea un éxito.