El PSC aprobó ayer una reforma federalista de la Constitución para dar voz propia a la comunidad ante instituciones y organismos europeos. Además proclamó que Cataluña es «una nación con un territorio, una lengua, una cultura y una historia propias que configuran una comunidad nacional». Los socialistas catalanes en su declaración de principios, aprobada ayer en el marco de una de las comisiones del XI Congreso del partido que estos días se celebra en Barcelona, recordaron que son «catalanistas» porque quieren «la libertad y el autogobierno de Cataluña para construir una sociedad abierta, avanzada, inclusiva, capaz de unir en un mismo proyecto a personas de procedencia diversa». «Afirmamos nuestra realidad nacional», lo que significa un «compromiso cotidiano con la lengua y la cultura catalanas», que es «plenamente compatible con el respeto a la lengua castellana que forma parte» del patrimonio cultural de Cataluña.
Desde una vocación internacionalista y solidaria con todos los pueblos del mundo el PSC reiteró en su declaración que la lucha por el socialismo y para la libertad nacional de Cataluña son objetivos inseparables de su proyecto político, así los socialistas catalanes se autodefinieron como «demócratas, progresistas, catalanistas, europeístas, ecologistas» y también feministas, gente solidaria y de paz que quiere combatir las desigualdades en el mundo, emprendedores y apasionada por la cultura. En dicho Congreso, a propuesta del primer secretario José Montilla y ante mil doscientos delegados, Isidre Molas, un veterano militante de primera hora del PSC, se convirtió en el nuevo presidente del partido relevando así a Pasqual Maragall, que dejó el cargo y el partido hace dos años cuando quedó descabalgado como cartel electoral en las autonómicas.
Aragón y Baleares
El del PSC no fue el único conclave que celebraron este fin de semana los socialistas. En Aragón fue reelegido Marcelino Iglesias con un 98,4% de los votos, mientras que en Baleares lo fue Francesc Antic con un 96,9%. El porcentaje subió en Extremadura, donde Guillermo Fernández Vara consiguió un 99,9 por ciento.