Gobierno y PP cargan contra la norma que obligará a dos mil empresas a utilizar el vasco y el castellano
ESPAÑA
El Gobierno vasco obligará a unas dos mil empresas a ofrecer sus servicios tanto en vasco como en castellano en un plazo de uno a cuatro años y sancionará a aquellas que incumplan esta medida, duramente criticada por el Gobierno central, el PSE y el PP.
El decreto que recoge esta obligación fue presentado ayer en San Sebastián. El Ejecutivo de Vitoria destinará 600.000 euros a ayudas para facilitar la adaptación de las empresas a la nueva normativa.
En caso de incumplimiento, el Gobierno vasco ha indicado que las multas no sobrepasarán los 500 euros. El plazo del que dispondrá cada empresa variará en función de su tamaño, los servicios que ofrece y sus recursos.
El Ejecutivo de Vitoria calcula que el decreto afectará a unas 2.000 empresas, el 6,5% de las que desarrollan su actividad en el País Vasco, que abarcan el 45% de cuota de mercado. Las pequeñas empresas y comercios quedan exentos de cumplir con esta normativa. «No estamos hablando de la panadería o el bar de debajo de casa», ha apuntado el viceconsejero Rodrigo García.
Este decreto del Ejecutivo de Juan José Ibarretxe recibió las primeras críticas nada más ser conocido. Así, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que la lengua debe ser «un instrumento de comunicación, nunca de confrontación».
De la Vega no cree que vaya a haber problemas, pero garantizó que, si surgen, el Gobierno los abordará para que todos los ciudadanos puedan expresarse en las lenguas oficiales, independientemente del territorio en el que residan.
«Puro fascismo»
Más contundente fue el presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, que calificó de «puro fascismo» el decreto. «Va absolutamente en contra de la libertad, es más importante el derecho al trabajo y a comunicarse que los derechos lingüísticos», explicó antes de añadir que muchos saben vasco, pero «cada vez lo hablan menos porque están hartos de las imposiciones». Basagoiti solicitó al tripartito PNV-EA-EB que «predique con el ejemplo» en este asunto y que dimitan todos los cargos públicos de estos partidos que no hablan vasco.