Sugiere que el sustituto de Acebes esta en la lista de seis personas de la que hablan los medios de comunicación
17 jun 2008 . Actualizado a las 10:38 h.Mariano Rajoy está dispuesto a llevar adelante cueste lo que cueste su idea de que es necesario que el PP cambie de estrategia respecto a su relación con los partidos nacionalistas, como único modo de salir del aislamiento político en el que se encuentra. Esa cuestión se ha convertido en el principal motivo de las críticas que recibe en diversos sectores de su propio partido, pero el líder de los populares, que está dispuesto a hacer concesiones en otras cuestiones en aras del consenso, no va a cambiar su opinión en torno a esta estrategia.
Ayer, durante una entrevista en Antena 3, Rajoy insistió en sus argumentos. El presidente del PP defendió el derecho de su partido a «hablar con todo el mundo», incluidos los nacionalistas. De hecho, dejó ver que esa estrategia ya está dando sus frutos. Citó en este sentido dos recientes propuestas del PP en el Congreso que han recibido el apoyo de los nacionalistas: las que hacen referencia a medidas más duras contra los pederastas y las que se refieren a las decisiones a tomar frente a la huelga de los transportistas.
Pero esa estrategia, explicó Rajoy, no excluye que en otras cuestiones el acuerdo con los nacionalistas sea imposible. Y en este caso citó la propuesta de Ibarretxe que, a su juicio, «intenta saltarse la Constitución» y debe recurrirse al Constitucional.
El líder popular fue preguntado sobre su responsabilidad en la ruptura con la presidenta del PP vasco María San Gil. Rajoy se limitó a señalar su cariño y aprecio por ella, pero dejó claro que se trata de una decisión personal de la dirigente vasca. Agradeció la labor desempeñada por San Gil y también la de otros dirigentes en el País Vasco que en la pasada legislatura «han batallado muy duro» y «han dado la cara» en circunstancias difíciles, al tiempo que expresó su respaldo al futuro sustituto de San Gil, Antonio Basagoiti.
Pese a la insistencia de los entrevistadores, Rajoy no dio prácticamente ninguna pista sobre el equipo con el que se presentará en el próximo congreso del PP.
Secretario general
Al serle presentada una lista de seis personas para ocupar la secretaría general para que indicara si entre ellas estaba el elegido, echó mano de su habilidad para zafarse de los aprietos sin aclarar nada, pero dejando la duda. «Nunca he puesto en tela de juicio su sagacidad periodística», respondió para no comprometerse, pero dando la impresión de que será uno de los propuestos. En esa relación estaban los nombres de Javier Arenas, Pío García Escudero, María Dolores de Cospedal, Ana Mato, Esteban González Pons y Manuel Lamela.
Rajoy se negó a contestar si se ha sentido traicionado por algún compañero durante los último días y destacó el apoyo recibido no solo de dirigentes del PP, sino de militantes anónimos.
Respecto a Gallardón, consideró lógico que sea muy bien valorado en las encuestas, incluso mejor que él mismo, porque es «un gran alcalde». Pero añadió una teoría para explicar su mala valoración. Recordó lo que decía el político italiano Giulio Andreotti: «El poder desgasta, pero lo que más desgasta es la oposición». Según dijo Rajoy, cuando se está en la oposición hay que estar «chinchando» y eso baja la nota en las encuestas.