CiU abre la puerta a un pacto parlamentario con los socialistas tras el verano, aunque hoy no lo ve posible

ESPAÑA

04 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Hoy por hoy no es posible un pacto estable con el PSOE en el Congreso, pero después del verano «pueden pasar muchas cosas». De esta forma sutil, el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, dejaba ayer la puerta abierta para formalizar el acuerdo tras las vacaciones estivales. Respondía así a la invitación que el día anterior le había hecho en ese sentido su homólogo socialista, José Antonio Alonso, que tiró los tejos a los nacionalistas con toda claridad. El mismo lunes, el líder de CiU, Artur Mas, descartaba totalmente un pacto en Madrid mientras el tripartito siga gobernando en Cataluña.

Duran señaló que ha habido «acuerdos puntuales» con los socialistas en el Congreso, pero que eso no supone un cambio en las relaciones de su grupo con el que sustenta al Gobierno. Defendió esos apoyos concretos como parte de la estrategia de CiU de no renunciar a «influir de manera decisiva en la política española».

El líder de Unió insinuó que la asamblea que ERC celebra este sábado podría afectar a la continuidad del tripartito, lo que haría posible el pacto con el PSOE, que, insistió, las circunstancias actuales hacen inviable. «En política, un mes es una eternidad; de aquí a un mes pueden pasar muchas cosas y hay congresos de por medio», aseguró.

En cualquier caso, admitió que la actual correlación de fuerzas hace que esta sea una «legislatura propicia» para llegar a un acuerdo estable con los socialistas, pero no se atrevió a pronosticar lo que pasará «en septiembre, octubre o noviembre».

El Gobierno apuesta claramente por la estabilidad que le proporcionaría el pacto con CiU, una vez descartado el PNV por el desafío de Ibarretxe, que el sector moderado liderado por Íñigo Urkullu se ha visto obligado a secundar. La Moncloa quiere apoyarse en los nacionalistas catalanes para aprobar los Presupuestos y afrontar una crisis económica que cada vez muestra peor cara. Además, los diez escaños de CiU completan la mayoría socialista sin necesidad de buscar el apoyo de ningún otro grupo, lo que representa una ventaja adicional.

Lo que se puede constatar es que la sintonía entre los dos grupos va en aumento. Los nacionalistas salvaron al Gobierno al rechazar la moción que consideraba incompatible que el ex director de la Oficina Económica del presidente, David Taguas, presidiera la patronal inmobiliaria. También posibilitaron con su abstención que se rechazara una moción contra la subida de las tarifas eléctricas. En contrapartida, el grupo socialista aprobó ayer una proposición no de ley de CiU para endurecer las penas a las bandas mafiosas y una moción para que se estudie la viabilidad de un trasvase del río Ródano al Ebro, iniciativa a la que se opuso en la pasada legislatura.

Aunque el escenario es favorable al pacto y Duran es partidario, la oposición frontal de Mas mientras Montilla presida la Generalitat, lo dificulta.