El Gobierno confía en que la crisis del PP no fracture la unidad política frente ETA

R. Gorriarán / E. López

ESPAÑA

17 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno desea que la unidad de las fuerzas democráticas contra ETA tras el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel no sea flor de un día, sino una constante de esta legislatura en la lucha contra el terrorismo. El Ejecutivo confía, por tanto, en que la crisis interna que vive el PP no aborte este incipiente consenso, y que los sectores más intransigentes del partido opositor no impongan sus tesis a Mariano Rajoy.

José Luis Rodríguez Zapatero considera que después de las actitudes exhibidas por los populares tras el atentado de ETA en la localidad alavesa de Legutiano, se ha «avanzado ya un tramo muy importante» para reconstruir la unidad antiterrorista. Gestos como el comunicado rubricado por todos los grupos parlamentarios del Congreso, el homenaje conjunto de la Ertzaintza a la Guardia Civil y al agente asesinado, y los llamamientos al consenso sin condicionantes por parte del líder del PP son, a juicio del presidente del Gobierno, «elementos positivos que tenemos encima de la mesa» y con los que no se contaba la legislatura pasada.

El jefe del Ejecutivo señaló desde Lima, donde participa en la Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe, que su objetivo primordial es «recuperar la confianza» entre los dos partidos mayoritarios. Si ese objetivo se cumple, subrayó, que no haya acuerdo por escrito es accesorio.

Acto unitario en Vitoria

«Por la libertad. ETA no». Bajo este lema, miles de personas se concentraron ayer en la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria en respuesta al llamamiento unitario que realizaron todos los partidos alaveses, salvo los de la izquierda aberzale, tras el asesinato del guardia civil Juan Maule Piñuel. Junto a la ciudadanía, mostraron su repulsa al atentado contra la casa cuartel de Legutiano el lendakari, Juan José Ibarretxe; el presidente del Senado, Javier Rojo; el consejero de Interior, Javier Balza, y el líder de los socialistas vascos, Patxi López, así como otros dirigentes de PP, PSE, PNV, Eusko Alkartasuna, Ezker Batua y Aralar.

A las siete de la tarde comenzó un acto, cuyo valor reside en el consenso que marcó la convocatoria contra la violencia etarra.