De posible sucesor de Aznar a político marcado por el 11-M

ESPAÑA

06 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

«ETA sigue siendo la principal línea de investigación». La frase, repetida machaconamente y contra toda evidencia por un Acebes sudoroso y de luto en los días posteriores al atentado del 11-M, marcará para siempre su vida política. El secretario general del PP, entonces ministro del Interior, cargó con toda la responsabilidad de una desastrosa gestión de comunicación del Gobierno sobre ese atentado, que provocó la derrota del PP. Esa losa y esa responsabilidad afectaron de tal forma a Acebes que en apenas unos días envejeció visiblemente y su pelo se tornó cano. Fue el comienzo de su agonía política.

Solo unos meses antes, en octubre del 2003, la carrera de Acebes (Ávila, 1958) parecía no tener límites. Figuró como el tapado en la sucesión de Aznar hasta el punto de que la cadena Ser anunció minutos antes de que se hiciera público el nombre de Rajoy que el elegido había sido Acebes. En el partido no habría sorprendido demasiado, porque siempre se le consideró el más afín a Aznar. En lo político, porque en lo personal no pueden ser más distintos.

Frente al rostro hierático y siempre hosco de Aznar, Acebes destaca, a pesar de la imagen que se proyecta habitualmente de él, por su gran simpatía, su permanente sonrisa, su discreción y su lealtad. Primero a Aznar y luego a Rajoy. En un partido que se ha vuelto casi ingobernable, Acebes es querido por todos en el PP, que saben el esfuerzo que ha hecho por mantener la unidad.

De manera similar, aunque se le tacha de ultraconservador, Acebes proviene de UCD y no se afilió a AP hasta 1985. En 1987 fue elegido concejal por Ávila, ciudad de la que en 1991 pasó a ser alcalde. En 1995 sustituyó a Ruiz-Gallardón como portavoz en el Senado. Allí cautivó a Aznar, en cuyo Gobierno, fue sucesivamente ministro de Administraciones Públicas, Interior y Justicia. Tras la derrota en el 2004, Rajoy lo nombró secretario general. Cuatro años después, el máximo candidato a suceder a Acebes es Pío García Escudero que, como lo fue Acebes, es portavoz en el Senado. Esa es la opción si Rajoy consigue mantener su apuesta de rodearse solo de su equipo. Si para sobrevivir en el congreso de junio necesita pactar con los barones, la opción sería Esteban González Pons, el hombre de Camps.