Un ribadense más, «descubridor» de la playa de As Catedrais e impulsor del puente de los Santos

ESPAÑA

04 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La noticia de la muerte de Leopoldo Calvo-Sotelo conmocionó ayer Ribadeo. Su ría -de la que era Marqués y que tantos días navegó- se estremeció con una noticia que nadie esperaba. Calvo-Sotelo podía presumir de contar a los ribadenses por amigos, que ayer se hartaron de responder a los medios de comunicación glosando su figura.

Calvo-Sotelo estuvo toda su vida vinculado a Ribadeo. Su madre y su abuelo eran ribadenses. Este último, Ramón Bustelo, fue diputado a Cortes y propietario de una casona que luce con su capilla anexa en el casco antiguo ribadense. El padre de Leopoldo Calvo-Sotelo conoció a su esposa cuando era juez de Castropol, en la ribera asturiana del Eo.

El ex presidente del Gobierno nació en Madrid, pero buena parte de su infancia y juventud discurrió en Ribadeo, en cuyo instituto cursó estudios. Tras iniciar su carrera política y profesional no se olvidó de Ribadeo, donde disfrutaba de su tiempo de asueto con frecuencia y llegó a pasar largas temporadas en la casa que construyó en una atalaya sobre la ría.

Leopoldo Calvo-Sotelo será recordado por muchas cosas, entre ellas su afición a la náutica. En el puerto de Ribadeo siempre ha habido una lancha suya, desde el Juanín , un bote de vela latina típico del Eo.

También lo será por su trato afable y por una presencia seria que, según sus conocidos, contrastaba con su sentido del humor, fino y ácido.

Lo que hoy es Ribadeo se lo debe en buena medida a su alcalde honorario. Sobre esto es difícil encontrar una unanimidad semejante. Durante su etapa de gobierno fue el principal impulsor del puente de los Santos -que une Asturias y Galicia sobre el Eo y que ahora está siendo desdoblado en autovía-. También se le atribuye ser el «descubridor» de la playa de As Catedrais. Fue durante su etapa de presidente cuando se bañó en bermudas en la entonces conocida como playa de As Augas Santas y la foto se divulgó por toda España.

Hay historias que ya forman parte de la tradición oral de Ribadeo, en las que se cuentan episodios en los que auxilió a vecinos recibiéndolos en la Moncloa. Ciertos o no, reflejan una sintonía mutua. Porque a nadie extrañaba ver a Calvo-Sotelo asistiendo a los actos culturales en verano en Ribadeo, de compras o tomando una consumición en una cafetería.

Cuñado de Fernando Morán (ex ministro de Asuntos Exteriores) y del patriarca de Ferrovial, Rafael del Pino, también vinculado a Ribadeo, Calvo-Sotelo tuvo ocho hijos. La mayoría de la familia acude habitualmente a la localidad, como su sobrina, la ministra de Educación Mercedes Cabrera.

Ahora descansará en Ribadeo, al parecer por expreso deseo suyo. Mañana por la mañana se instalará en el consistorio la capilla ardiente, para que sus amigos puedan despedirlo con un último homenaje. El Ayuntamiento de Ribadeo decidió ayer decretar tres días de luto.

El ex presidente de la Xunta, Manuel Fraga, destacó el perfil de Calvo-Sotelo, de quien destacó que resolvió con solvencia la crisis abierta el 23-F. Pérez Touriño expresó el pesar del Ejecutivo gallego y el PSdeG ensalzó su labor para consolidar la democracia.