PSOE, PP y víctimas del terrorismo boicotean un acto de Ibarretxe en el que los mezclaba con familiares de etarras

Elisa López

ESPAÑA

01 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Todos los colectivos de víctimas del terrorismo, el Partido Socialista de Euskadi y el Partido Popular dieron ayer la espalda al presidente Juan José Ibarretxe, que pretendía celebrar el 60 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos con un acto en el que participarían las víctimas de ETA codo con codo con los familiares de los presos de la banda.

El acto, en el que se iba a presentar la campaña del Gobierno vasco en favor de la carta universal denominada Dignidad y justicia para todos, sufrió el boicot de las organizaciones de víctimas, que se negaron a compartir asiento con miembros de Etxerat, el colectivo de familiares de presos. Al inicio del evento, los allegados de los etarras se manifestaron frente a la sede de la presidencia para denunciar la «represión del PNV», por lo que la Consejería de Justicia, organizadora de la recepción, optó finalmente por retirar la invitación al colectivo.

En su discurso de presentación, Juan José Ibarretxe, ajeno a las coacciones de los miembros de Etxerat, no dudó en situar en un mismo plano a quienes «callan ante las atrocidades de ETA» y a quienes mantienen «una política de dispersión» con los presos de la banda terrorista, porque ambos, recalcó, «defienden parcialmente los derechos humanos».

«No puede hablarse en nombre de los derechos humanos y callar ante las atrocidades de ETA o las amenazas procedentes de la kale borroka», señaló en referencia a la izquierda independentista. «Pero tampoco se puede ondear la bandera de estos derechos y ser incapaz de investigar los malos tratos o torturas o seguir defendiendo una política de dispersión», añadió en clara referencia a los dos partidos ausentes.

Tras asegurar que la Declaración de Derechos Humanos es un marco para «poder resolver nuestros conflictos en el siglo XXI», Ibarretxe subrayó que «la sociedad vasca y el pueblo español han sufrido muchísimo con la violencia de ETA». Y siguió con las equidistancias: pese a mostrarse en contra de la Ley de Partidos y de que se «vulneren los derechos de las personas presas» como denuncia la izquierda aberzale, volvió a emplazar a Batasuna a que condene los atentados de ETA, y criticó que no se pronunciara ante el asesinato de «un hombre sencillo, un trabajador humilde como Isaías Carrasco».

Después de dirigirse a la izquierda independentista, apeló al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, al que instó a dialogar cuanto antes para «acabar de una vez por todas con las diferencias políticas» entre ambos. Ibarretxe insistió en que «han pasado 198 días perdidos en la búsqueda de la paz y acuerdos políticos» desde que ofreciera a Zapatero de forma oficial abrir una negociación.