Aguirre suma apoyos de los duros frente al discurso suave de Rajoy

ESPAÑA

Fraga pide a la presidenta de Madrid que «calle de una vez», y no ve mal a Gallardón como secretario general

23 abr 2008 . Actualizado a las 12:00 h.

Tras el «sí, pero no» y los eufemismos sobre el «debate ideológico» que ponen en práctica Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy existe una disputa de fondo que afecta al modelo de oposición que debe hacer el PP en esta legislatura. Mientras una buena parte de los populares, con Aguirre a la cabeza, opina que no solo hay que mantener el choque frontal con el PSOE sino que es necesario endurecerlo, Rajoy ha optado por el discurso suave y la búsqueda de consensos.

Aunque de origen heterogéneo, casi todos los representantes del sector duro del partido están sumándose a las tesis de Aguirre, ante el temor de que Rajoy, a base de consenso, acabe dejando al PP a merced del PSOE durante muchos años. Es el caso de Eduardo Zaplana, que tras permanecer una temporada en silencio reaparece ahora para criticar, al igual que Aguirre, las adhesiones «inquebrantables» de los barones regionales a Rajoy. En ese mismo grupo está Álvarez Cascos, que mantiene gran influencia en el PP y es hasta ahora el principal aliado de Aguirre.

«Lo que no han conseguido ni unos ni otros es que Aznar diga una palabra», explica un dirigente del PP. En efecto, Aznar no se ha pronunciado todavía. Con Aguirre coincidió en un acto en Rosario (Argentina) y solo se sabe que fue el único de los presentes que no aplaudió cuando Aguirre fue presentada como «la próxima presidenta del PP». Con Rajoy no ha coincidido desde el mitin que ambos dieron en León, en el que Aznar pidió el voto a aquellos «a los que Mariano no les entusiasma». Durante esa campaña, Rajoy se distanció públicamente de Aznar cuando Zapatero le preguntó por él en los debates de televisión.

Quien sí se pronunció ayer y con contundencia fue el presidente fundador del partido, Manuel Fraga, quien afirmó que Esperanza Aguirre, «debe callarse de una vez» y dejar de especular sobre si se presenta o no al congreso. Pese a ello, Fraga admitió que los partidos deben estar «en un constante debate, como las sociedades que están cambiando, y después de las elecciones con más motivo». En una entrevista de agencia recogida por varios medios, Fraga sostuvo que Ruiz Gallardón «podría ser» un buen secretario general del PP. Fraga lanzó otro dardo contra Aguirre y recordó que ella formaba parte del Partido Liberal, a cuyos dirigentes reprochó que empezaran «por tomarnos un poco el pelo formando un grupo parlamentario por separado en la primera legislatura». «Luego ya se terminó», añadió Fraga en referencia a la desaparición de aquel partido.

Mientras, la disputa en el PP nacional se extiende a Cataluña, donde, tras el anuncio de Alberto Fernández de disputar el liderazgo a Daniel Sirera, impuesto por Rajoy tras la traumática salida de Josep Piqué, ya son tres, junto a Montserrat Nebrera, los que lucharán en el congreso regional del 5 y el 6 de julio.