El padre de Mari Luz exige que paguen los responsables, «caiga quien caiga»

ESPAÑA

Estudia emprender acciones legales contra los culpables de que el asesino de su hija no pisase la cárcel

30 mar 2008 . Actualizado a las 03:00 h.

Juan José Cortés, el padre de la niña onubense Mari Luz, estudia emprender acciones legales contra los responsables de que el asesino de su hija siguiese en libertad. «Todos deben asumir responsabilidades, también políticas, caiga quien caiga», dijo ayer el padre de la niña asesinada, quien confía en que los causantes de que Santiago del Valle estuviera en la calle, pese a recaer sobre él sentencias condenatorias por pederastia, se disculpen por lo sucedido. Para el padre de Mari Luz, lo importante es que el asesino o asesinos de su hija «paguen por lo que han hecho» y que se adopten medidas judiciales contra los responsables de la descoordinación.

Argumenta que es necesario «que nadie se esconda tras la cortina y dé la cara», indicó Cortés, quien pidió al presidente Zapatero y al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que se pronuncien sobre el caso y depuren responsabilidades, «caiga quien caiga».

Balones fuera

Cinco días después de la detención del supuesto autor del crimen, el caso Mari Luz va camino de marcar un antes y un después en la Justicia española. La cadena de errores judiciales y administrativos se sigue agrandando a medida que pasan los días. Todas las partes implicadas se exculpan echando balones fuera al responsabilizarse de que el pederasta reincidente estuviese libre. El juez alega falta de información y medios, la fiscala señala a la Audiencia de Sevilla, la Junta de Andalucía no se da por aludida y el Gobierno exige responsabilidades al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cuyos inspectores siguen investigando el caso.

En el ojo del huracán está el magistrado titular del Juzgado de Sevilla, Rafael Tirado Márquez. En su defensa salió ayer la Asociación de Juristas Derecho y Democracia, que expresó su rechazo al linchamiento público que está sufriendo el juez. Apunta que los errores son «consecuencia de la cascada de carencias del actual sistema de Justicia, que arrastra una pertinaz falta de medios personales y económicos».