El Partido Popular no tomará una decisión sobre el sentido de su voto en la investidura hasta que el presidente del Gobierno desvele sus prioridades y su programa para la nueva legislatura. Es más, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, espera que José Luis Rodríguez Zapatero «mueva ficha» y dé a conocer su disposición a pactar con el PP los grandes asuntos de Estado en política antiterrorista, reforma constitucional, relaciones exteriores y la consolidación del sistema de protección social.
«A ciegas, nadie da su voto. Ni a favor ni en contra ni la propia abstención», argumentó el presidente del PP en su primera visita al Congreso de los Diputados para presentar sus credenciales de parlamentario electo. Después de haber pedido sin éxito en las pasadas elecciones al candidato socialista que se abstuviera si el PP resultaba el partido más votado, Rajoy explicó este martes que su compromiso de reciprocidad estaba condicionado a los cuatro pactos que comprometió en campaña.
«Lo que manifesté en su momento es que si nosotros éramos la lista más votada le ofreceríamos al PSOE de manera prioritaria acuerdos sobre algunos temas», recapituló en declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara. El líder de la oposición dijo entonces que lo primero que haría sería llamar a Rodríguez Zapatero para acordar la lucha contra el terrorismo, un «acuerdo sobre España», otro sobre relaciones exteriores y un cuarto para modernizar el sistema de protección social.
El argumentario del PSOE
Los socialistas están utilizando la petición de Rajoy a Zapatero de que se abstuviera en su investidura para atacarle. Primero fue José Blanco quien el lunes dio por supuesto que el líder del PP se abstendría «para cumplir con su palabra dada al electorado», sabedor de que todo indica que el voto será contrario. Pero un error dejó ayer en evidencia la estrategia del PSOE, que envió a los periodistas acreditados un argumentario destinado a sus propias filas. Se titula «Lo poco que vale la palabra de Mariano Rajoy» y lleva por subtítulo «La primera mentira de la legislatura (y eso que aún no ha comenzado)».
La primera frase de este documento de uso interno es contundente: «Rajoy empieza la legislatura fiel a su estilo de utilizar la falsedad como eje de su actuación política». Da por supuesto que «incumplirá su palabra» y recoge sus declaraciones antes («Donde dije digo...) y después de las elecciones («Digo Diego...»). También cita las que hizo ayer el ex portavoz Eduardo Zaplana, que se mostró partidario de votar en contra.