Se sabe ya la fecha de los que serán los primeros debates electorales entre candidatos desde hace quince años. Y está a punto de saberse dónde se celebrarán. Pese a las primeras declaraciones de Mariano Rajoy en las que descartaba realizar uno de ellos en TVE por ser a su juicio un canal «gubernamental», es prácticamente seguro que la televisión pública albergará uno de los dos debates ya pactados. Los socialistas lo dan por hecho. Aseguran que sería inconcebible que fuera precisamente la televisión de todos los españoles la que quedara excluida. En el PP, Rajoy ya ha rectificado sus primeras palabras y el coordinador de la campaña electoral del PP, Pío García Escudero, encargado de negociar los detalles con el socialista José Blanco, ha terminado por aceptar el argumento, según ha podido saber La Voz de Galicia. De manera que uno de los encuentros se celebrará en TVE, aunque no se hará público hasta que se cierre el escenario del otro cara a cara.
¿Y cuáles son las posibilidades sobre ese encuentro que falta por acordar? Rajoy ofreció en principio tres debates. Además de a TVE descartó a La Sexta y, sorprendentemente, se mostró dispuesto a acudir al canal Cuatro, hasta ahora bestia negra del PP. El motivo es que de quien realmente quieren huir los populares es de La Sexta, a la que consideran directamente como «la casa de Zapatero». Los socialistas rechazaron hacer tres debates porque, según dicen, «los espectadores no aguantan tres cara a cara entre los candidatos en tan poco tiempo» y además la preparación de esos programas condicionaría totalmente la campaña electoral. Así que solo dos.
Sorteo para el otro
El problema es que tras celebrar un debate en TVE solo queda uno para repartir entre cuatro aspirantes: Antena 3, Telecinco, Cuatro y La Sexta. Si se le concede a uno de ellos, el resto se enfadará bastante. Y ninguno de los candidatos quiere enemistarse con un canal de televisión en plena campaña electoral con las consecuencias que eso tendría. De modo que la solución que se está manejando es la de celebrar un sorteo entre las televisiones que se muestren dispuestas a albergar el encuentro, que serán todas. Aún así, la que resulte agraciada tendrá una ventaja considerable sobre el resto y no se sabe si habrá que esperar otros 15 años para ver otro cara a cara televisivo.
La solución que plantean los socialistas es que el canal al que le toque el debate se comprometa a liberar la señal para que todas las demás emisoras puedan emitir el programa si lo desean. Ese es uno de los motivos por los que se ha pactado que los duelos se retransmitan sin interrupciones. La imposibilidad de cortar para emitir publicidad hace económicamente menos atractivo el debate para las cadenas privadas.