Comparado con el resto de España, Galicia disfruta de una situación penitenciaria bastante desahogada. La concentración de presos en la comunidad no supera el 135%.
Desde Acaip se señala como especialmente preocupante el problema de hacinamiento de la cárcel de Teixeiro, en la provincia de A Coruña. «Nos llama la atención el elevado número de incidentes, en los que, sin duda, tiene mucho que ver la saturación del centro», subraya el vicepresidente del sindicato. Hay una población reclusa de 1.400 personas para menos de 1.100 plazas.
Las cinco grandes penitenciarías gallegas -Bonxe y Monterroso, en Lugo; A Lama, en Pontevedra; Teixeiro y Ourense- disponen de menos de 3.000 celdas para los 4.193 reos que, según el último censo, hay en la comunidad.
Ninguna de las grandes prisiones proyectadas por el Gobierno para antes del 2012 se instalarán en Galicia, ya que no está considerada como un área de excesiva concentración de población reclusa. Sin embargo, A Coruña y Vigo sí que entran dentro del plan de centros de inserción.
El nuevo recinto vigués, el CIS Carmen Avendaño Otero, se inauguró ya en julio del año pasado y cuenta con 67 plazas. En A Coruña, se planea un edificio de tres plantas, habilitado para acoger a 150 personas, que se ubicará en el viejo penal de la ciudad, que actualmente acoge a los reclusos que disfrutan del tercer grado.