Zapatero dirá a Ibarretxe que la consulta «no se puede hacer y no se hará»

Redacción digital

ESPAÑA

El presidente del Gobierno opinó hoy que es su «deber» reunirse con el lendakari.

04 oct 2007 . Actualizado a las 22:43 h.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, opinó hoy que es su «deber» reunirse con el lendakari, Juan José Ibarretxe, porque «tenemos un problema muy serio», y avanzó que su intención es decirle «que no se puede hacer esa consulta y que no se va a hacer esa consulta».

Entrevistado en Telecinco, Zapatero hizo referencia a la propuesta de Ibarretxe, pero quiso dejar claro que no se trata de la convocatoria de una consulta, sino del «anuncio de la intención de intentar hacer algo que no puede hacer, y como no lo puede hacer no va a pasar; es sencillamente imposible5.

A su juicio, el problema no lo tiene el Gobierno de España, «lo tiene el señor Ibarretxe» y de él deberá salir el propio lehendakari «de alguna manera que a día de hoy no conocemos».

Como ya manifestó ayer en el pleno del Congreso, Zapatero recalcó que las instituciones del Estado de Derecho no deben estar preocupadas e insistió en que «quien tiene que tener preocupación es quien no respeta la Ley o tiene la tentación de no respetar la Ley».

Garantizó que los problemas políticos se resuelven mejor con serenidad y responsabilidad, se mostró convencido de que «el código genético de la democracia es el diálogo» y reafirmó que, a través de él, intentará convencer a Ibarretxe y le comunicará que no se realizará la consulta que ha anunciado.

Tras recordar que la consulta no ha tenido lugar a pesar de que Ibarretxe la anunció hace ya siete años, días después de que el PP ganara las elecciones generales, Zapatero ratificó su confianza en que el diálogo es la mejor vía para «disolver un conflicto».

El jefe del Ejecutivo negó que se reuniera con el lendakari durante el mes de agosto y desveló incluso que intentó sin éxito conocer el anuncio de Ibarretxe el día previo al debate de política general celebrado en el Parlamento vasco.

Sobre la retirada de Josu Jon Imaz, Zapatero subrayó que ha tenido un comportamiento «dialogante y constructivo» como presidente del PNV y pidió ser «muy respetuosos» con el futuro de esa formación política».

Según señaló, siempre se lleva «un disgusto» cuando se va de la vida pública alguien con quien se lleva bien, igual que le ocurriría, dijo, si se retirara Mariano Rajoy, «porque tengo una buena relación con él».

En este contexto lamentó que incluso cuando él y Rajoy están de acuerdo en algo, como es el rechazo a la consulta de Ibarretxe, se confronte en el Parlamento, donde ayer el líder de la oposición atribuyó a Zapatero la responsabilidad de las actuales polémicas soberanistas.

«Hasta en lo que estamos de acuerdo vemos críticas del PP», afirmó el presidente del Gobierno, quien recordó que él hizo «una oposición distinta» y que colaboró con José María Aznar hasta que éste dejó de «coger el teléfono».

Zapatero insistió en que sus conversaciones privadas con Rajoy son normales y «afables» y que coinciden «en más cosas» de las que luego parece públicamente.

Su intención, según confesó, ha sido procurar «no descalificarle», incluso cuando ha pronunciado discursos «muy duros, casi apocalípticos», convencido de que el buen tono es compatible «con la mayor firmeza y la mayor capacidad de crítica».