La eurodiputada socialista abandonará su escaño en el Parlamento Europeo.
29 ago 2007 . Actualizado a las 22:40 h.Los días de Rosa Díez en el PSOE tocan a su fin. La eurodiputada socialista abandonará su escaño en el Parlamento Europeo a la vez que pedirá la baja en el PSE tras casi 30 años de militancia para ser candidata de un nuevo partido de ámbito nacional, promovido por la plataforma cívica Basta Ya, y que concurrirá a las próximas elecciones generales. Díez, enfrentada durante toda la legislatura a la dirección socialista por la política antiterrorista, será cabeza de cartel de la nueva formación, que se presentará el 29 de septiembre en Madrid, en una circunscripción que aún está por determinar.
La todavía dirigente socialista comparecerá este jueves en Bilbao para explicar su futuro político, que pasa por su desvinculación del PSE y su renuncia al escaño en el Parlamento de Estrasburgo, explicaron fuentes próximas a la europarlamentaria.
Empezará así un largo camino hasta las elecciones generales de marzo, cuya siguiente parada será el próximo 7 de septiembre en San Sebastián. Los promotores del proyecto, el filósofo Fernando Savater y el profesor de la UPV Carlos Martínez Gorriarán, darán a conocer en una cena-coloquio ante más de un centenar de impulsores agrupados en la Plataforma Pro los pormenores del proyecto.
El ideario del partido, cuyo nombre no se ha hecho público, está basado en su rechazo al nacionalismo y la defensa de un Estado fuerte, con competencias bien definidas y en el que todas las comunidades tengan las mismas atribuciones. Propone reformar la ley electoral para evitar «el peso excesivo de los nacionalismos periféricos y las distorsiones que imponen al sistema constitucional y a la voluntad ciudadana expresada en las elecciones». Su objetivo para las generales es lograr representación en el Congreso. De cara al futuro, aspira convertirse en alternativa a los dos grandes partidos nacionales.
Enfado del PSOE
La publicación en la prensa de las intenciones de la eurodiputada enfadó a la dirección del PSOE. Fuentes de la ejecutiva socialista aseguraron no tener constancia de su marcha, que, de confirmarse, «sería la última deslealtad de Rosa Díez hacia el partido en el que ha militado tantos años, y que se ha enterado de ello por los medios de comunicación». «Si se confirma que ha tomado esa decisión, confiamos en que cumpla su compromiso ético con el partido y abandone el escaño en Bruselas que obtuvo presentándose por el PSOE», señalaron estas fuentes.
De momento, Rosa Díez no se ha puesto en contacto con la dirección del PSE ni con el grupo parlamentario socialista en la cámara de Estrasburgo.
La aún dirigente socialista, que en 2000 intentó auparse a la Secretaría General del PSOE en el mismo Congreso que eligió a Rodríguez Zapatero como jefe de filas, protagonizó en la presente legislatura varios desplantes sonados a su partido a propósito del proceso de diálogo con ETA abierto después de que los terroristas anunciasen su alto el fuego. La dirección socialista trató de evitar en todo momento reprobar su comportamiento en público, pero en privado sus miembros admitieron que celebrarían su marcha del partido, así como el abandono del escaño socialista en el Parlamento Europeo.
El PP, entretanto, celebra las vicisitudes socialistas. Su secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, consideró que la aparición de este nuevo partido «una muestra de la profunda crisis de identidad que vive la izquierda española», crisis que atribuyó a «la confusión provocada por Rodríguez Zapatero sobre su idea de España». Esa política, señaló el dirigente popular, «obliga a militantes del PSOE con una idea clara de España a buscar un nuevo partido».
El PP no cree que la irrupción del nuevo partido en las generales pueda restarle votos porque «es un partido con un claro sesgo de izquierdas» y «por lo tanto competirá con el PSOE».