La tripulación destaca el buen comportamiento de los marfileños Los cuatro marineros gallegos no regresarán a España hasta dentro de tres meses
31 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Los 26 inmigrantes que estaban a bordo del Montfalcó fueron trasladados ayer al buque Clara Campoamor, de Salvamento Marítimo, en una operación que se realizó sin incidentes. El transbordo se produjo a 40 millas al suroeste de Marsala, en Sicilia. El buen tiempo posibilitó que se adelantase esta maniobra, en un principio prevista para la tarde de ayer, ya que el Montfalcó pudo elevar su velocidad de los tres a los nueve nudos y el Clara Campoamor hacer lo mismo hasta los quince. En apenas media hora, los inmigrantes pasaron a la cubierta del remolcador de Salvamento Marítimo donde se les suministró ropa, calzado nuevo a cada uno de ellos, mantas, alimentos y se les acomodó a bordo. El Clara Campoamor se dirige ahora al puerto de Tarragona, adonde tiene previsto llegar mañana si las condiciones meteorológicas no empeoran. El Gobierno español tendrá que decidir después si les concede a los 26 inmigrantes la condición de exiliados políticos, pues llegan de un país en guerra como es Costa de Marfil. Buenas relaciones Termina así la inesperada travesía que realizaron durante tres días 32 personas en un barco diseñado para albergar a tan sólo seis. A pesar de ello, la relación entre los 26 marfileños rescatados por el Montfalcó y los marineros del buque «fue excelente en todo momento, incluso contando con las estrecheces el barco». María Teresa Souto expresó así las impresiones que le ha comentado su hermano Juan José en las escasas conversaciones telefónicas que han podido mantener estos días. Juan José Souto es uno de los cuatro tripulantes gallegos del Montfalcó, convertidos estos días en foco de atención mediática, tras rescatar a los inmigrantes en aguas libias. «Mi hermano me dijo lo indefensos que se veían cuando los pudieron sacar del mar y llevarlos al barco», explica María Teresa. «A pesar de todo estaban en perfectas condiciones físicas y sólo algunos se mareaban y subían a la cubierta del barco», señala la hermana de uno de los maquinistas del barco. «No tuvieron problemas con la comida. Llevaban provisiones a bordo para varios meses. En cambio si los había para utilizar el único baño del barco. Me comentó que había colas durante todo el día». La tripulación del buque va a permanecer algunos días en el puerto de Marsala, en Italia, donde se intenta reparar uno de los motores auxiliares de la embarcación, que ha tenido una avería que dificultó la navegación después del rescate de los marfileños. Juan José Souto le comentó a su hermana lo que van a hacer a partir de ahora. «La intención que tienen todos es continuar con la campaña que iniciaron hace pocos días y no regresar a Galicia hasta dentro de tres meses, siempre que el barco pueda continuar». El Montfalcó es un remolcador de 26 metros de eslora que se dedica a arrastrar grandes jaulas de 50 metros de diámetro por 30 de profundidad en las que los pesqueros depositan sus capturas, fundamentalmente atunes.