El PSC tratará de evitar que la reedición del tripartito perjudique al Gobierno central a través de su coordinación en el Congreso con ERC e ICV. Los principales dirigentes del partido en la cámara baja -la vicepresidenta, Carmen Chacón; el portavoz, Daniel Fernández y la secretaria adjunta del grupo socialista, Teresa Cunillera- han convocado a una comida de trabajo a los portavoces Agustí Cerdà (Esquerra) y Joan Herrera (Iniciativa) para «evitar enfrentamientos» y «desgastes innecesarios» de aquí al final de la legislatura. El encuentro, que tendrá lugar la semana próxima, servirá además para «estructurar» su relación en beneficio del nuevo Ejecutivo presidido por José Montilla. Eso sí, dicen los socialistas catalanes, «sin ir por libre». Pasqual Maragall ya propuso en la primera reunión del Consejo Nacional del PSC tras las elecciones del 1 de noviembre que las tres formaciones de la entesa actuaran de forma conjunta en el Congreso como hacen el Senado, donde forman parte de un solo grupo parlamentario. La idea fue descartada tanto por los suyos como por los contrarios. Diálogo fluido Pero eso no quita para que los socialistas quieran hacer el diálogo más fluido con independentistas y ecosocialistas. «En realidad no es nada nuevo -afirma Fernández-; ya lo hacíamos al principio de la legislatura y nos fue bien». El coordinador del PSC en la cámara baja asegura que su apuesta no tiene por qué interferir en el deseo del PSOE de mantener tendidos los puentes hacia Convergencia i Unió; una formación con la que el Gobierno ha sacado adelante la mayor parte de las iniciativas impulsadas a lo largo del 2006. «No vamos a jugar al cambio de parejas; como miembros del grupo socialista estamos convencidos de que cuantos más apoyos mejor, pero si podemos fortalecer esa vía con ERC e ICV, será bueno para todos», señaló.