El líder del PSC descarta una gran coalición con CiU

Pablo Carballo
Pablo Carballo LA VOZ | BARCELONA

ESPAÑA

También rechaza el tripartito de izquierdas, que cree cosa del pasado Puigcercós le responde que tiene que tomar «muchas sopas» para poder gobernar solo

24 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

No habrá sociovergencia . Los que pensaban que tras los reproches cruzados entre CiU y PSC, los dos partidos más fuertes en Cataluña, se ocultaba una velada intención de pacto de gobierno, tendrán que revisar su teoría. Ayer, el candidato socialista prácticamente descartó toda posibilidad de acuerdo con los nacionalistas, ya que los programas de ambas formaciones, dijo, están muy distantes y no aspiran a complementarse sino a «sustituirse». Durante una intervención en el Foro de Nueva Economía en Barcelona, Montilla consideró «muy difícil» la hipótesis de la gran coalición. Según el aspirante del PSC, tal opción de gobierno suele aplicarse cuando no hay otra salida, caso que, indicó, no será el de Cataluña. José Montilla debía de estar crecido ayer, y lo hizo ver empleando su tono más ambicioso. Tal vez fuera por el nuevo respaldo prestado por el presidente del Gobierno, quien le acompañó, junto con Pasqual Maragall, a una comida con empresarios en Barcelona. O quizá por las últimas encuestas aparecidas en la prensa catalana, que mostraban una mejor evolución de las expectativas socialistas frente a las de CiU. Fuese cual fuese el motivo, Montilla no se conformó con echar tierra sobre una posible gran coalición, sino que incluso se mostró reacio a un nuevo tripartito, que sería la opción más lógica en caso de que, como indican los sondeos, el bloque de izquierdas sume mayoría absoluta. En este sentido, y pese a la sensación de frente común con Carod y Saura que exhibió en el debate televisado del viernes, Montilla fue claro al apuntar que su aspiración es «no reeditar» una fórmula de gobierno que pertenece «al pasado». Por eso, insistió en el «voto útil» al PSC. Opción que, obviamente, reclamó también Zapatero, quien de todos modos prometió una relación de gobierno «leal» con la presidencia de la Generalitat que decidan las urnas. «Sólo le queda el PP» En Esquerra, el socio principal del tripartito al que tuerce la cara Montilla, no tardaron en reaccionar. El número dos del partido, Joan Puigcercós, ironizó sobre las intenciones de Montilla: «Es de lógica que si no quiere tripartito de izquierdas, y tampoco pactar con CiU, entonces sólo le queda el PP». Más directo se mostró respecto a un supuesto Gobierno en minoría: «Montilla tiene que comer muchas sopas para gobernar solo», con apoyos puntuales, al modo de Zapatero.