La violencia callejera frena un plan para acercar a los presos etarras

Ramón Gorriarán MADRID

ESPAÑA

El Ejecutivo sopesó la medida, pero la descartó por creer que ahora no sería útil para el proceso Los radicales destrozan el Ayuntamiento de Pasajes para pedir la libertad de De Juana

07 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El PNV ha hecho llegar en las últimas semanas al Gobierno mensajes sobre la conveniencia de efectuar un acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco y Navarra como medida para desbloquear el proceso de paz. El Ministerio del Interior sopesó en un principio la idea, pero siempre sujeta a que hubiera un cese de la violencia callejera. Al final descartó dar el paso porque consideró que ese movimiento no iba a servir para dar un impulso al proceso de paz. El Gobierno, por primera vez, tomó en consideración la propuesta en las últimas semanas, aunque no dio una respuesta definitiva al PNV. Se planteó incluso un acercamiento selectivo de un grupo no muy numeroso de terroristas encarcelados. El objetivo era, según explicaron fuentes gubernamentales, «dar un poco de oxígeno» a una situación bloqueada. La Moncloa reconoce que el acercamiento de presos de ETA «está sobre la mesa», pero como otras medidas para facilitar el objetivo de lograr el final de la violencia. El Gobierno se ha colocado una premisa inexcusable para hacer un movimiento en ese sentido: el cese de la violencia callejera. Fuentes gubernamentales recuerdan que en la tregua de 1998, el Ejecutivo que presidía José María Aznar trasladó a la Península a todos los presos de ETA recluidos en cárceles de Canarias y acercó al País Vasco y Navarra a 135 internos, pero la escalada de episodios de violencia callejera no cesó. Las mismas fuentes rememoran que el Gobierno de Tony Blair admitió que uno de sus errores en el proceso de paz con el IRA y el Sinn Féin fue autorizar la salida masiva de presos de las cárceles tras los acuerdos de Viernes Santo de 1998 sin tener cerrada una solución sobre el desarme de la organización terrorista. Este hecho y las posibles medidas con los presos fue comentado por Zapatero y el primer ministro británico en la reunión de dos horas que mantuvieron el pasado martes. El Ejecutivo ha puesto asimismo como condición para autorizar una aproximación de presos de ETA que una decisión en ese sentido debería servir para dar un impulso al proceso, es decir que tuviera un reflejo en cambio de posiciones. El análisis gubernamental concluyó, sin embargo, que dar ese paso en las actuales circunstancias sólo serviría para que Batasuna lo interpretase como un síntoma de debilidad y nerviosismo. La postura de la banda ETA, por otra parte, tampoco pondría en valor la iniciativa, según la opinión de fuentes gubernamentales consultadas, ya que se opone a un esquema de paz por presos si antes no se producen avances en el terreno político, léase en la constitución de la mesa de partidos. En consecuencia, el Gobierno prefirió aplazar la medida hasta no tener constancia de que la violencia callejera declina y de que Batasuna no va a volver a tolerar, cuando no a alentar, los actos vandálicos de sus seguidores. La Moncloa admite que con su negativa a proceder a aproximaciones de presos corre el riesgo de que la situación en las cárceles se enrarezca pues tiene informes de que existe un creciente malestar entre los reclusos, porque tras seis meses de alto el fuego sólo ha habido cruce de declaraciones de una parte y otra, pero ninguna novedad con ellos. En medios gubernamentales también se acepta que existe el riesgo de que la huelga de hambre de José Ignacio de Juana Chaos, que según fuentes de la lucha antiterrorista no cuenta con la anuencia de la dirección de ETA, se extienda entre otros internos de la organización terrorista como medida de presión al Gobierno. Asalto en Pasajes La opinión gubernamental se vio abonada con el asalto sufrido en la madrugada de ayer el Ayuntamiento de la localidad guipuzcoana de Pasajes, gobernado por el Partido Socialista. Un grupo de radicales accedieron al consistorio y destrozaron las instalaciones. Los asaltantes entraron sobre las siete de la mañana, por la puerta de atrás, y rompieron las cristaleras y casi todo el mobiliario del salón de plenos, incluidos la mesa y las sillas que utiliza la corporación durante las reuniones. Los violentos aprovecharon el asalto para realizar pintadas contra el PSOE y a favor de la excarcelación de De Juana Chaos, que protagoniza desde el mes de agosto una huelga de hambre.