Patxi López exige a Batasuna que sea legal para seguir negociando

L. Larrañaga / R. Gorriarán SAN SEBASTIÁN

ESPAÑA

El dirigente del PSE dice que el futuro político del País Vasco es «tarea de todos» Socialistas y aberzales celebraron en San Sebastián la primera reunión oficial de su historia

06 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

CON EL PEINE DE LOS VIENTOS COMO TELÓN. Una foto de la escultura de Chillida presidió la reunión, celebrada con gran expectación en un hotel de la capital donostiarra y que duró aproximadamente una hora. Hora y media de reunión entre el Partido Socialista de Euskadi (PSE) y Batasuna sirvió para que ambos constataran que la construcción del futuro político del País Vasco es «tarea de todos», y nadie puede quedar al margen. Fue una de las escasas conclusiones comunes de la primera reunión oficial de la historia entre ambas formaciones. El líder de los socialistas vascos, Patxi López, emplazó al partido ilegal a que regularice su situación para ser «interlocutor político» y volver a reunirse con el PSE. El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, replicó con una exigencia de respeto, «sin ningún tipo de limitación», a la decisión que tomen los vascos sobre sus relaciones con España. El escenario de la reunión fue un hotel de San Sebastián, a las diez de la mañana y en medio de una gran expectación. Patxi López y Arnaldo Otegi, con una foto mural de la bahía donostiarra como telón de fondo, comparecieron por separado tras el encuentro para formular sendas declaraciones sin admitir preguntas. El único denominador común de sus parlamentos fue que el futuro político del País Vasco es una tarea que compete a todos los partidos, sin exclusiones. Hecha esa declaración de principios, no hubo más avances, aunque, en palabras del líder socialista, «los resultados se verán en el futuro». El hecho relevante, sin embargo, no fue la ausencia de acuerdos, sino la reunión en sí, la primera en la historia con carácter oficial entre los líderes de los dos partidos. Los anteriores secretarios generales del PSE, Ramón Jáuregui y Nicolás Redondo Terreros, mantuvieron encuentros secretos y extraoficiales con representantes de Batasuna, pero nunca con luz y taquígrafos. El encuentro de ayer, según admitieron desde las dos formaciones, es un indicador de los nuevos aires que soplan en la política vasca tras el alto el fuego de ETA. Tanto López como Otegi se aferraron a la metáfora fotográfica para valorar la cita, y mientras el líder del PSE habló de «una foto inédita y extraordinaria» que «ojalá sea el anuncio de un nuevo tiempo», Otegi, más entusiasta, consideró que fue «una foto de gran calado político y de importancia extrema» que, reconoció, «nunca se había producido». Otegi también fue más vehemente para explicar que la entrevista se desarrolló con «absoluta sinceridad». López, más parco, se quedó en que fue «correcta y sincera». Enfoques distintos El secretario general del PSE admitió que en la conversación hubo enfoques «distintos», ya que mientras la delegación de Batasuna, formada por Otegi, Rufi Etxebarria y Olatz Dañobeitia, pretendió «avanzar en posiciones políticas», la socialista eludió los compromisos políticos y condicionó futuros encuentros a que su interlocutor sea una fuerza legal. Para que el encuentro se repita, sostuvo, «la izquierda aberzale tendrá que dar el paso hacia la política alejándose de la violencia». Sólo a partir de ese momento, y siempre que recupere la legalidad, podrá ser «interlocutor político» y participar en la mesa de partidos que se constituirá en el País Vasco el próximo otoño. López, que acudió a la cita acompañado de Rodolfo Ares, dijo que excluir a Batasuna de los contactos políticos es un error, porque «es tan necesaria como los demás» grupos políticos «para construir este país de común acuerdo» ya que, con independencia de su proscripción legal, forman parte «de la sociedad vasca». Su concurso, prosiguió, es inexcusable porque «el objetivo es ampliar los consensos para definir el marco de convivencia» entre Euskadi y España, y el de los vascos entre sí. El secretario general del PSE apuntó que «por primera vez en nuestra historia» se ha abierto una puerta a «la esperanza», y en esta etapa «todos somos necesarios».