Arzalluz niega que el PNV haya mediado jamás en los pagos a ETA

Melchor Saíz-Pardo MADRID

ESPAÑA

VÍCTOR LERENA

El ex presidente nacionalista amenaza con impugnar la Constitución y no acatarla Dice que las cartas de la banda tras el alto el fuego sólo piden «colaboración para el proceso de paz»

27 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

«Ninguno de nosotros ha estado ni negociando ni rebajando la extorsión». El ex presidente del PNV Xabier Arzalluz fue tajante ante el juez Fernando Grande-Marlaska, quien ayer lo interrogó como testigo en el sumario abierto contra la red de chantaje de ETA. El veterano político negó con insistencia, durante los 50 minutos en los que prestó declaración, que su partido haya mediado nunca en los pagos a la banda. El ex dirigente nacionalista llegó a la Audiencia Nacional a las 9.50 horas, escoltado por un nutrido grupo de policías y por buena parte de la plana mayor de su partido, entre ellos el presidente, Josu Jon Imaz; el portavoz de la formación en el Congreso, Josu Erkoreka, y los diputados Emilio Olabarria, Margarita Uría y Pedro Aspiazu. Durante el interrogatorio, en el que fue tratado de manera «exquisita», según sus propias palabras, fue preguntado sobre un pinchazo telefónico en el que Arzalluz hablaba con su interlocutor sobre la «preocupación» que la recepción de una carta de extorsión recibida tras el alto el fuego había provocado en un empresario. El ex presidente del PNV aseguró que en esa conversación no se habló de si se debía pagar o no, sino que el político dejó claro que «no aceptamos una tregua con extorsión». «No paguéis» Ya fuera del juzgado, el ex responsable nacionalista dijo que «por supuesto» que el PNV ha conocido durante años los casos de extorsión, pero que desde el partido siempre se ha dado la misma consigna: «No paguéis». Explicó que en su formación existe una «ley interna por la cual se prohíbe a cualquier afiliado del PNV pagar ningún impuesto ni a ETA ni a nadie, so pena de expulsión». Xabier Arzalluz, no obstante, admitió que «a veces se presentan casos en que alguno ha pagado», y se preguntó: «¿Qué haces con él?». El político vasco, no obstante, señaló los cambios que, en su opinión, se han detectado en las cartas enviadas por ETA tras el alto el fuego. Según su versión, las misivas se «han intentado justificar» en que «eran compromisos [de pago aplazado] que se habían tomado antes» del anuncio del 22 de marzo. Así, destacó que las cartas enviadas tras la tregua tienen «otro tono». «Vienen prácticamente a pedir la colaboración para el proceso de paz. Ya no es eso de que le vamos a hacer esto y lo otro a usted y a su familia. Es otra cosa», destacó. Arzalluz aprovechó su paso por la Audiencia Nacional para criticar la «politización de la Justicia». El ex dirigente, que confesó que era la primera vez que iba a una citación judicial, dijo que acudió con «mucha prevención» a la Audiencia Nacional, a la que calificó de «tribunal de orden público». Arzalluz, que recordó las investigaciones abiertas contra Juan María Atutxa o contra el lendakari Ibarretxe a cuenta de la reunión con Batasuna, denunció la persecución judicial contra el PNV. El antiguo responsable nacionalista dijo ver «con mucha preocupación» este proceso de supuesto acoso, y destacó que «si siguen las cosas por este camino puede llegar el momento en que impugnemos la Constitución y no la acatemos». Todo ello, tras recordar que el PNV no votó a favor de la Carta Magna, aunque siempre la ha acatado.