«Me habría gustado sentarme a escribir una pequeña sinfonía de música celta»

La Voz

ESPAÑA

05 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Con el primer disco de Lenda Celta, Aí está Galicia, aún caliente, Manuel Amor ya está trabajando en un nuevo proyecto: la segunda publicación de la banda. Pero no olvida el comienzo en Salsa Mandinga, el grupo que formó en 1972 con sus dos hermanos, con el que recorrió España y Europa y acompañó a artistas como Rocío Dúrcal, Lola Flores o Pedrito Fernández. Todo, sin renunciar a los sueños, de nuevo, en forma de «pequeña sinfonía». -¿Tiene un instrumento preferido? -Toco el violín, el saxo, la flauta y la gaita, pero mi preferido es el violín. De todos modos, me encantan los saxos. Soy un enamorado de Stephan Grapelli. Él murió el mismo día que yo nací y me siento especialmente vinculado a él. -¿Ha cambiado mucho la vida del músico? ¿Es más o menos dura que antes? -Es dura, sí. Creo que ahora aún más que antes. Hoy ya no sobrevives con las galas, acompañando a artistas, porque se hacen pocas. Yo realmente guardo muy buenos recuerdos de mi primera época, fue un momento precioso para un músico. -Y como músico ¿a quién admira? -Soy un apasionado del jazz. Es raro que al menos un día a la semana no vaya a escuchar jazz a alguna de las salas de Madrid. Como violinista me encanta Stephan Grapelli, y como saxofonista, John Coltraine. -¿Qué le habría gustado hacer y no hizo en música? -Me habría gustado mucho hacer una pequeña sinfonía de música celta, pero clásica. Aún estoy loco por hacerla, aunque me cuesta trabajo sentarme a ello. -Desde los 16 años fuera de Galicia... ¿Piensa en volver? -Sí, me lo planteo. El problema son mis hijos. Conocí a mi mujer en Madrid, pero ella es de Monforte. Regresar a Galicia es difícil, al menos, de momento, pero me tira mucho... Mi tierra siempre, siempre, me tiró.