ERC defiende la cuota obligatoria y llama hipócritas a sus socios

Paco Soto BARCELONA

ESPAÑA

JAUME SELLART

El líder de CiU califica las peticiones de Esquerra de extorsión Los republicanos lo consideran la única vía para ser «libres de los poderosos»

27 mar 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

ALTA MÉDICA. Carod-Rovira abandonó ayer el hospital en el que ingresó a causa de un síndrome coronario agudo. El líder republicano deberá guardar reposo hasta, por lo menos, después de Semana Santa Los enfrentamientos dialécticos entre ERC y sus dos socios de gobierno, el PSC e Iniciativa, y CiU sobre el supuesto envío de cartas de los republicanos a empleados de la Generalitat para reclamar el pago de cuotas bajo amenaza de despido volvieron ayer a repetirse, y hasta subieron de tono. Mientras socialistas, nacionalistas y ecosocialistas pidieron explicaciones a ERC por estas prácticas, los dirigentes independentistas negaron la existencia de irregularidades, llamaron hipócritas a los demás partidos y hasta dijeron sentirse honrados por el pago obligatorio de cuotas de sus cargos públicos. El portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, consideró que ERC «debe dar una explicación a los ciudadanos». Mucho más duro con ERC fue el líder de CiU, Artur Mas, quien acusó al partido republicano de «intentar controlar y patrimonializar la Administración pública» catalana y de haber cometido «irregularidades flagrantes que son demostrables». Sectarismo El dirigente nacionalista denunció el «sectarismo y afán de control» de ERC, y no dudó en calificar de «extorsión» las supuestas irregularidades denunciadas, una acusación que fue descartada por el PSC. ERC reaccionó con la vieja táctica de que la mejor defensa es un ataque. Su secretario general, Joan Puigercós, acusó a Joan Saura, que también es consejero de Relaciones Institucionales de la Generalitat, de ser un «irresponsable», y recordó que hay cuatro personas de su familia que acumulan cargos públicos y, por lo tanto, «acumular cargos en una familia no le deja en condiciones de dar lecciones» a ERC. Por su parte, Xavier Vendrell, defendió el sistema de financiación de su partido y el cobro de cuotas a los cargos de designación política, aunque no sean militantes, como única vía para «ser libres» de los «poderosos» y evitar «presiones de grandes empresas».