Una mujer lleva tres meses muerta sin que autoricen su entierro

Luis J. Gómez LA VOZ | MADRID

ESPAÑA

El Ayuntamiento de Parla costeará los gastos de la inhumación para compensar a la familia El cuñado de la víctima denuncia que sólo le han explicado que el juez está de vacaciones

17 ago 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

?a ciudadana de origen congoleño Mamona Mami Mambuena murió estrangulada el pasado 1 de junio en Parla, pero todavía su cuerpo permanece en el anatómico forense y no ha podido ser enterrado. El Ayuntamiento de la localidad madrileña, ante la queja continuada de la familia de la víctima, se ha comprometido a pagar los gastos del entierro como compensación. El asesinato de Mamona llegó a los medios de comunicación hace dos meses y medio como otro caso más de violencia de género. El presunto homicida había sido su pareja durante varios años y fue detenido tras confesar los hechos mediante una llamada al teléfono 112, aunque un día después se negó a declarar ante la policía. Para aclarar lo sucedido, el juez encargado del caso solicitó la identificación del ADN de restos de semen encontrados en el cuerpo de la víctima. Precisamente ha sido esta prueba la que ha retrasado la entrega del cadáver a sus familiares. El cuñado de la víctima, Zacarías Panda, confirmó que cuando acudió el lunes a los juzgados a reclamar ante esta situación, le respondieron que el juez titular está de vacaciones y que sus compañeros no saben donde está el expediente y no le pueden dar más explicaciones. Zacarías Panda recordó que, en contra de lo que ha pasado, hace unas semanas el funcionario que lleva el caso les prometió que antes del mes de agosto les habrían devuelto el cadáver. El portavoz de la familia se quejó de que si la fallecida hubiera sido de nacionalidad española no habrían tenido tantos problemas. Indignados y engañados Panda manifestó que todos los miembros de la familia se sienten «engañados» e «indignados» y añadió: «nos han abandonado, no quieren saber nada, y no sé si será porque somos negros, pero se olvidan de que esto es muy doloroso». El cuñado de Mamona tampoco logra entender por qué se está retrasando la resolución de un caso en el que asegura hay muchas pruebas contra el principal sospechoso. De hecho, Kilosokele Lukelo Siamina, de 37 años, fue detenido el mismo día en el que apareció su ex-compañera asesinada. El presunto asesino y la víctima habían sido pareja durante varios años y habían tenido siete hijos. Cerca de 24 meses antes de su muerte, Mamona y su compañero rompieron definitivamente. Ella se marchó a Londres con cinco hijos y empezó a trabajar en la capital británica como empleada del hogar. El lunes 30 de mayo, esta mujer congoleña volvió a España después de dos años de ausencia. Venía para arreglar unos papeles para llevarse a otro de sus hijos a Reino Unido, pero al final no pudo cumplir sus propósitos. Dos días después, su cuerpo aparecía en un sillón de la sala de estar su vivienda en Parla, sin signos de violencia, pero con ciertas erosiones en el cuello que llevaron a pensar que había muerto estrangulada. Desde entonces, el cadáver de Mamona ha permanecido en el Insituto Anatómico Forense.