Maragall y Zapatero pactan una agencia tributaria «concertada»

La Voz AGENCIAS | BARCELONA

ESPAÑA

ALBERT OLIVÉ

La propuesta permitiría desbloquear la negociación sobre la nueva financiación autonómica El Gobierno catalán acuerda con la oposición aprobar el nuevo Estatuto el próximo 29 de julio.

28 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

REUNIÓN DEL PRESIDENT CON CAROD. Maragall y el líder de ERC se felicitaron ayer por el acuerdo que permite «reactivar» el calendario de redacción del Estatut y abordaron diversas cuestiones relacionadas con la norma, como la necesidad de actualizar el censo de población en la futura ley electoral. El conseller de Economía, Antoni Castells, negocia con CiU que la futura agencia tributaria catalana pueda ser «concertada» con la estatal, una propuesta que habrían comentado en su último encuentro Pasqual Maragall y José Luis Rodríguez Zapatero, según fuentes del Gobierno autónomo. Esta propuesta pretende ser una salida intermedia entre el modelo de financiación autonómica de la Generalitat, que aboga por que la agencia tributaria sea «consorciada», mientras que CiU prefiere el término «colaboración», en la línea de lo que indica el actual Estatut. Los presidentes de la Generalitat y del Gobierno central habrían pactado el término «concertada» con el objetivo de desbloquear la negociación en Cataluña sobre los principios de la financiación que debe plasmar el nuevo Estatut. Esta fórmula evitaría la fragmentación de la agencia tributaria, tal y como teme la Administración central, y al mismo tiempo dejaría la puerta abierta a que sea un modelo generalizable al resto de comunidades autónomas. El Gobierno de la Generalitat (PSC, ERC e ICV) y la oposición (CiU y PP) pactaron ayer el calendario definitivo para la aprobación del nuevo estatuto de autonomía de Cataluña: el texto será aprobado el 29 de julio tras un debate y una votación en la comisión de Organización y Administración de la Generalitat y Gobierno Local y después trasladado al pleno del Parlamento catalán en la primera quincena de septiembre, probablemente el día 11, con motivo de la Diada. El acuerdo contó con el apoyo del PP, cuyo portavoz parlamentario, Francesc Vendrell, lamentó, sin embargo, que «se primen las prisas por encima del consenso», pero manifestó su compromiso de «trabajar» para que «sea posible» cumplir con esta previsión. El pacto se alcanzó tras una semana de declaraciones contradictorias sobre la aprobación del nuevo estatuto. Mientras que desde el Gobierno del tripartito se insistía en la necesidad de consensuar el texto antes del mes de agosto, CiU ponía en duda que pudiera cumplirse este objetivo y el PP lo descartaba sin contemplaciones. El presidente de CiU, Artur Mas, celebró el acuerdo y señaló que el nuevo estatuto debe encajar en el marco de la Constitución «flexiblemente interpretada», mientras que el portavoz parlamentario del PSC-CpC, Miquel Iceta, se mostró satisfecho por el calendario y aseguró que responde a las previsiones del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall. Además, asumió «la responsabilidad» y «el papel» de su partido para que el estatuto sea aprobado en las Cortes Generales. Joan Ridao (ERC) consideró que el calendario pactado «corta de raíz las especulaciones, la degradación del debate».