La policía de Logroño acribilla a un marroquí para reducirlo

José I. Gasco LOGROÑO

ESPAÑA

MIGUEL HERREROS

El hombre recibió diez impactos de bala tras herir a seis agentes Una pelea por el impago del alquiler de un piso fue el detonante del suceso

25 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Agentes de la Policía Local de Logroño acribillaron el viernes por la noche a tiros a un marroquí para reducirlo, después que agrediera a seis de ellos y les arrebatara una pistola. El detenido, de 27 años, se encuentra en estado muy grave, después de ser intervenido quirúrgicamente en el Hospital San Millán de la capital riojana. Los incidentes comenzaron pasadas las 21 horas, en el tercer piso del número 20 de la calle San Antón. Una vecina llamó a la policía para denunciar una pelea, al parecer motivada porque el ciudadano marroquí, que tenía alquilada una habitación en el inmueble, no había satisfecho el pago correspondiente, lo que llevó a la casera a impedirle acceder al piso. El hombre, enfurecido, entró por la fuerza y empezó entonces a destrozar el mobiliario. La patrulla que se presentó en el lugar de los hechos fue recibida violentamente por el agresor, que lanzó a los agentes una bombona de butano. Los policías pidieron refuerzos, a los que el individuo lanzó otra bombona por la ventana. Dos agentes subieron hasta el tercer piso, donde una mujer les abrió la puerta. Nada más ponerla a salvo, el inmigrante apareció en el descansillo armado con dos cuchillos de cocina. Uno de los agentes disparó al sospechoso, al que dio por abatido. Sin embargo, instantes después se incorporó y arrolló a los dos integrantes de la patrulla. El agresor recuperó uno de los cuchillos y se hizo con la pistola de uno de los agentes, a los que persiguió escaleras abajo. Una vez en la calle, mientras varios efectivos intentaban poner a cubierto a los numerosos testigos, comenzó a disparar a los policías, que repelieron la agresión con sus armas reglamentarias. En el tiroteo, el marroquí recibió en su cuerpo entre ocho y diez impactos de bala, que no afectaron a ningún órgano vital. Aunque su pronóstico es reservado y perdió una importante cantidad de sangre, no se teme por su vida. Las heridas que causaban mayor preocupación eran un orificio de bala que afectó a una arteria bajo la rodilla de la pierna izquierda y otro orificio en la zona pélvico-escrotal. En el lugar de los hechos fueron recogidos hasta 25 casquillos. Seis de los agentes tuvieron que ser atendidos, tres de cortes por arma blanca y otros tres de contusiones. El alcalde de Logroño, Julio Revuelta, felicitó a los policías por su actuación «al pensar siempre en los ciudadanos, lo que evitó heridos».