«Todas las personas de Cataluña tienen el derecho a utilizar y el deber de conocer las dos lenguas oficiales: el catalán, que es el idioma oficial de Cataluña, y el castellano, que es el idioma de todo el Estado español». Así reza el borrador de estatuto avalado por el PSC, según manifestó ayer en Barcelona la diputada Lidia Santos, que representa al grupo socialista en la ponencia que redacta la reforma estatutaria. La propuesta especifica, sin embargo, que «la lengua propia de Cataluña es el catalán», y como tal «la lengua de uso normal y preferente de todas las instituciones públicas de Cataluña». En cuanto a los símbolos estatutarios, la proposición socialista establece que son «la bandera tradicional de las cuatro barras, el himno (Els Segadors) y la Fiesta Nacional del Once de Septiembre, o Diada». Pero la propuesta más polémica es la que define a Cataluña como «una nación que en el ejercicio de su autogobierno se constituye en comunidad autónoma de acuerdo con la Constitución». Este apartado, que es bastante parecido a lo que proponen los ecosocialistas y neocomunistas de ICV-EuiA, tendrá que ser debatido conjuntamente con las aportaciones al debate estatutario de los otros grupos parlamentarios. Con respecto a la posibilidad de incluir en el preámbulo del nuevo texto estatutario o en el título preeliminar una referencia al derecho de autodeterminación, el PSC-CpC, considera, según la diputada Lidia Santos, que «todo lo que establezca elementos de confusión es mejor no tratarlo». El artículo 1.3 de la propuesta socialista recalca que «los municipios» y «otras entidades que se puedan crear forman parte del sistema institucional de Cataluña», mientras que los artículos 4.3 y 10 reconocen explícitamente la especificidad del territorio del Valle de Arán, en el Pirineo catalán, así como su lengua, el aranés (occitano). Ciudadanos catalanes Asimismo, el texto explicita que tienen la condición política de catalanes «los ciudadanos españoles que tengan vecindad administrativa con cualquier municipio de Cataluña», aunque también «son titulares de los mismos derechos los catalanes residentes en el extranjero».