Defensa devuelve a Rusia una cruz que se llevaron en 1942 soldados de la División Azul

Miguel Blas MOSCÚ

ESPAÑA

16 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El ministro de Defensa entregó ayer en un acto solemne al Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Alexis II, la gran cruz de la catedral de Santa Sofía de Nóvgorod, que permaneció en España durante más de 60 años. José Bono recordó que en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, soldados de la División Azul (integrada por voluntarios españoles que combatieron del lado alemán contra el Ejército soviético) «rescataron de las ruinas, restauraron, custodiaron y llevaron la cruz a España, donde no sólo fue respetada, sino, además, venerada». La respuesta del Patriarca fue menos emotiva. «Una guerra no se puede dar por terminada mientras permanezcan apresadas las reliquias», espetó. Montada sobre alma de madera y hierro, la cruz está recubierta de latón dorado. Un sol de rayos recortados adorna su cruce y la corona una paloma de hierro forjado. Esta cruz remataba la principal de las cinco cúpulas de la catedral de Santa Sofía en Nóvgorod -cuna de la democracia rusa-, construida en el año 1050 por orden del príncipe Vladímir. Hasta la fecha se conservaba en la academia militar de Hoyo de Manzanares, cerca de Madrid, donde ha quedado una réplica de la original.