Imaz agradece a Zapatero que no le pida la retirada del plan Ibarretxe

Ramón Gorriarán MADRID

ESPAÑA

BALLESTEROS

Desde hace seis años no se recibía en La Moncloa al presidente del PNV. Ambos se felicitan por la apertura de un nuevo tiempo político basado en el respeto.

08 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Rodríguez Zapatero animó al líder del PNV, Josu Jon Imaz, a perseverar en el diálogo para superar las discrepancias existentes sobre el plan Ibarretxe. El presidente del Gobierno comunicó a su invitado que mantiene su «discrepancia» con la propuesta de reforma estatutaria del lendakari, pero un desacuerdo expresado «desde el respeto institucional». Imaz agradeció el nuevo estilo porque permite albergar esperanzas de un futuro entendimiento siempre, matizó, que «se respete la voluntad democrática de los vascos». Han tenido que pasar casi seis años para que un presidente del PNV volviera a pisar el palacio de La Moncloa. El último que lo hizo fue Xabier Arzalluz, que el 29 de septiembre de 1998 se entrevistó con José María Aznar. No hubo más citas. Imaz liquidó esta etapa de incomunicación con una reunión de hora y media larga con Zapatero. «Estamos ante la posibilidad de un nuevo tiempo político», proclamó el líder nacionalista tras la conversación. Ambos se esforzaron en dejar claro que la noticia de la reunión era la reunión en sí, y que de «una primera toma de contacto» no se podía esperar «resultados clamorosos ni resolver en una jornada las tensiones y equivocaciones de años», según explicaron fuentes gubernamentales. El jefe del Ejecutivo invitó a Imaz a aprovechar «el cambio de atmósfera» y a no cejar en el diálogo para «allanar las dificultades» que separan al Gobierno y al PNV respecto al plan Ibarretxe. Zapatero, aunque ratificó «su discrepancia radical», no exigió a su interlocutor la retirada de la propuesta del lendakari. Una omisión que el líder nacionalista agradeció porque «el futuro no lo tenemos que construir exigiendo a los demás que retiren sus posiciones» y animó al Partido Socialista a llevar su reforma estatutaria al Parlamento vasco. ETA Ambos coincidieron en que el mensaje a ETA es que, en palabras de Imaz, «no tiene lugar ni espacio en la sociedad vasca y debe desaparecer». Imaz se negó a revelar si habló con Zapatero sobre los presuntos contactos del Gobierno con ETA que reveló su antecesor en el cargo, Xabier Arzalluz.