Tontxu pierde la timidez en «Contacto con la realidad»

Marina de Miguel madrid

ESPAÑA

No se lo pierda | Concierto El cantautor vizcaíno presenta en la sala Galileo Galilei su quinto trabajo discográfico, el más maduro y personal

15 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

La historia de una búsqueda personal, como bucear en la personalidad a lo largo de la vida, un análisis del amor, la soledad y el optimismo, siempre desde una óptica divertida y no falta de ironía. Así es Contacto con la realida d, el último disco de Tontxu, que esta noche -a las 21.30 horas- estrenará en la sala Galileo Galilei. El concierto cuesta 10 euros en taquill a. Desde que se publicara Se vend e, en 1997, el músico vizcaíno ha experimentado una sorprendente evolución, como se plasma en las trece canciones que componen su quinto trabajo - tras Corazón de mudanz a, Con un canto en los dientes y Somos de colore s-, cargadas de un fuerte compromiso emocional y socia l. Inquieto trotamundos y con los oídos siempre atentos para encontrar una posible fuente de inspiración, este cantautor cree que cualquier aspecto cotidiano puede esconder una gran canción. E n Contacto con la realida d habla de la soledad en El cha t; rinde tributo a uno de los programas televisivos más veteranos con Homenaje a la Mandrágor a; recuerda a Van Morrison, uno de sus ídolos, con Te cantar é ; y, al igual que hiciera con su madre en Treinta y tanto s, dedica una canción a su padre: Buscándot e. El que fuera la voz de todos aquellos que se han enamorado tras muchas partidas de Trivial, como el relata e n Ris k, uno de sus primeros éxitos, ahora enseña su lado romántico en Contigo puedo ser yo. «El amor no debe estar reñido con el canalleo; me cabrea mucho el modelo de pareja que nos han vendido, que anula al individuo/a. Creo en un más amor universal, que tuvo vigencia en mi vida, durante un tiempo», comenta el cantant e. Pero también muestra su lado más reivindicativo en Saldo cer o, una versión de Los lunes al so l: «Es una canción muy optimista que habla de la lucha, de no tirar nunca la toalla, ni dar batallas por perdidas; de que, por muy mal que vayan las cosas, por mucho saldo cero que nos dé un cajero, hay que pelear, que ya vendrán tiempos mejores...».