De la obsesión del coleccionista al legado fotográfico de un fan

Carmen Romero madrid

ESPAÑA

JUAN LÁZARO

No se lo pierda | Exposiciones Dos muestras reúnen las obras de arte recopiladas por Pilar Citoler y las instantáneas de famosos tomadas por Lee Boas

27 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Son muchos quienes arrastran una obsesión durante toda su vida, pero no todos pueden presumir de lo que han logrado la coleccionista Pilar Citoler y el fotógrafo Gary Lee Boas: que el fruto de sus largos años de pasión sea un legado de indiscutible valor artístico. Dos exposiciones -el Centro Cultural de la Villa acoge una selección de las obras de arte que ha reunido la primera, y la Galería Espacio Mínimo cuelga de sus paredes algunas de las instantáneas de famosos tomadas por el segundo- rinden homenaje en la capital a estos héroes de la perseverancia. Cuenta Citoler que, cuando en 1969 adquirió el primer cuadro «serio» de su colección (el óleo El andaluz perdido, de José Caballero), resonaron en sus cabeza unos versos de Alberti: «Blancos naturales / de un andaluz febril y vagabuno / por espacios perdidos...». Ese momento de iluminación dio el pistoletazo de salida a la fiebre coleccionista de esta zaragozana, que desde entonces ha reunido más de 900 obras de arte, entre las que se cuentan lienzos de Picasso, Miró, Emil Nolde, Francis Bacon, Roy Liechtenstein o Andy Warhol. El Centro Cultural de la Villa expone hasta el 16 de mayo 170 de su piezas. Es la primera vez que esta enamorada del arte, odontóloga de profesión, muestra lo que define como «mi afirmación personal, mi día a día y mi memoria». «He tenido que romper mi secretismo, porque sé que la colección no tiene sentido si la sociedad no la puede disfrutar», explica. La exposición se estructura en cuatro bloques bien definidos. Se abre con los denominados «precursores», artistas que, como Pablo Picasso, Manuel Ángeles Ortiz o Le Corbusier, inauguraron distintas corrientes creativas. El recorrido sigue con la vanguardia española de posguerra, un apartado en el que destacan nombres como Antonio Saura, Eduardo Chillida o Antoni Tápies. La parte dedicada al pop art cuenta con lienzos de de Francis Bacon, Hockney y una Marilyn salida del pincel de Andy Warhol, mientras que una selección de fotografía contemporánea cierra la exposición. El artista tenaz La historia de Gary Lee Boas es un ejemplo de tenacidad. Desde que en 1966 empezó a perseguir a famosos con su cámara fotográfica, ha reunido más de 50.000 instantáneas por las que pasean Charles Chaplin, Liz Taylor, Marlene Dietrich, Paul Newman y David Bowie, entre otros. Sin renunciar jamás al encanto de las imágenes robadas ni cambiar su anticuada técnica -sigue utilizando carretes de 35 milímetros- por los avances digitales, el que empezó como un admirador de las estrellas, capaz de esperar durante horas a la puerta de un hotel, se ha convertido en un artista reconocido que expone hasta el 30 de abril en la Galería Espacio Mínimo 52 instantáneas de su libro Starstruck. Las fotografías de un fan. A pesar de haber trabado amistad con algunos de sus ídolos a lo largo de los casi 40 años que lleva persiguiendo a famosos, Gary Lee Boas jamás ha abandonado su técnica de imágenes robadas, considerada una derivación del pop art. «Un día puedo estar comiendo con ellos y al siguiente haciéndoles una foto a escondidas. He aprendido a distinguir muy bien el plano profesional del personal», explica.