Imaz asegura que el proyecto de ETA no es el del PNV y defiende la pluralidad

Joseba García BILBAO

ESPAÑA

Destaca que el fin de la banda armada «no puede estar condicionado por nada ni por nadie» El nuevo presidente del Partido Nacionalista buscará construir una nación vasca desde el diálogo

18 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

En su primera intervención pública tres ser investido presidente del PNV, Josu Jon Imaz recuperó el discurso de su partido anterior al Pacto de Lizarra y marcó distancias con respecto al mundo de la izquierda radical y ETA. Ante los cientos de militantes nacionalistas que abarrotaron el palacio Euskalduna de Bilbao en el cierre de la Asamblea General que escenificó el relevo del histórico Xabier Arzalluz, Imaz no dudó al advertir de que el proyecto social y político de ETA «no es el nuestro» a la vez que se comprometió a defender «con uñas y dientes» la pluralidad del pueblo vasco. Además de hacer pública su sintonía con el plan Ibarretxe, Imaz apostó por construir una nación que acoja a quienes se sientan vascos al margen de su origen y con independencia de su credo político. El relevo en el PNV alcanzó a las personas pero también al talante y a los mensajes. La marcha de Xabier Arzalluz y la llegada de Josu Jon Imaz supuso un retorno al denominado «espíritu del Arriaga», por el que Arzalluz reconoció en 1998 que vasco no es sinónimo de nacionalista, y a las palabras del lendakari Ardanza cuando tras el asesinato de Miguel Angel Blanco apuntó que no compartía ni fines ni medios con los terroristas. Así, el flamante nuevo presidente del PNV se comprometió, en un discurso de una hora en el que empleó el euskera, el castellano y el francés, a trabajar en los próximos años en la construcción de una nación cívica, la paz, los derechos humanos, el proyecto europeo y la solidaridad. Todo ello desde la «lealtad» a sus compañeros de militancia y del «compromiso con la nación vasca, la paz, la libertad y la conviviencia». Josu Jon Imaz señaló la consecución de la paz como «prioridad a la que nos vamos a dedicar con ahínco». Se mostró dispuesto a arriesgar, «e incluso a equivocarse», en su consecución, aclaró que el fin de ETA «no puede estar condicionado por nada ni por nadie» y consideró «cínico» que alguien «que dice querer construir sobre este país mantenga penas de muerte sobre personas por el mero hecho de pensar diferente», en referencia a ETA. «Con uñas y dientes» «El proyecto político y social de quienes defienden esta aberración no es el nuestro», subrayó Imaz y anunció que van «a defender con uñas y dientes el derecho de todas personas de este país a pensar y a defender sus legítimos proyectos políticos». En una clara apuesta por la pluralidad y de arrope a las víctimas del terrorismo situó los derechos de los no nacionalistas por encima de la construcción nacional y adelantó que «los 31.000 afiliados del PNV tenemos que conformar un ejército de solidaridad activa hacia todas las personas amenazadas de este país por que no hay nación libre, no hay Euskadi libre sin personas libres». El nuevo presidente del PNV indicó que piensa buscar sus objetivos mediante «la palabra y el acuerdo», anunció que hablará con todos y reivindicó la recuperación del «espíritu de pacto con el Estado», de forma «abierta, dispuestos a dialogar». En ese sentido señaló que «a esta Euskadi la tenemos que construir entre todos, nacionalistas, no nacionalistas, independentistas, centralistas... nadie nos sobra».