El PNV prevé un futuro «duro» para Atutxa con el nuevo Tribunal Superior

Joseba García BILBAO

ESPAÑA

Arzalluz afirma que el Ejecutivo controla el Constitucional, el Supremo «y lo que haga falta» El presidente del Partido Nacionalista ve al PP detrás del nombramiento de Ruiz Piñeiro

14 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El nombramiento del magistrado Fernando Ruiz Piñeiro como presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJV) no fue bien recibido por el nacionalismo de la comunidad, que interpretó la elección como una maniobra cuyo objetivo último es controlar la sala de justicia que tiene que juzgar al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y a dos de los integrantes de la Mesa de la institución (Gorka Knörr, de EA, y Kontxi Bilbao, de IU) de un presunto delito de desobediencia. La candidatura de Ruiz Piñeiro, miembro de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), recibió ayer el apoyo de catorce de los veintiún vocales del Consejo General del Poder Judicial para sustituir en el alto tribunal vasco a Manuel María Zorrilla, que se jubila el próximo 21 de enero. En la que pudo ser su última rueda de prensa, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, reiteró sus críticas al Gobierno del PP por utilizar a la justicia, algo a lo que, en su opinión, no es ajeno el nombramiento de Ruiz Piñeiro para encabezar el tribunal. Según aseguró, el Ejecutivo de Madrid controla el Tribunal Constitucional, el Supremo «y todo el que haga falta», en referencia al TSJV, del que hasta ahora «no se habían preocupado», pero en el que, «en cuanto hay una cuestión política que les interesa, entran a saco». Convencido de que el nombramiento confirma que «se ha constituido un tribunal para que el futuro sea muy duro para Atutxa», aseguró que el Gobierno del PP hará que el Constitucional falle contra el plan Ibarretxe «en el momento electoral más oportuno». Por su parte, el parlamentario nacionalista y ex vocal del CGPJ, Emilio Olabarria, definió al nuevo presidente del alto tribunal vasco como «un hombre firme, contrario a las tesis nacionalistas».