Un payaso se rebela en la capital

Lorenzo Calonge MADRID

ESPAÑA

Reportaje | En enero organizará rutas turísticas por «lo peor» de la ciudad Desencantado por la situación política, Leo Bassi llama a la movilización con dos montajes teatrales

07 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Leo Bassi tiene la incómoda costumbre para los demás de denunciar lo que le disgusta y actuar de forma irreverente contra ello. Lo ha hecho allá donde ha vivido (Italia, Berlín, Noruega o Dinamarca) y ahora le toca el turno a Madrid. Decepcionado por el escaso eco electoral que tuvieron las movilizaciones ciudadanas contra la guerra en Irak y por la tragedia del Prestige, llama estos días en la capital al levantamiento pacífico y humorístico. «Hay que reavivar todo esto», proclama. Su arma, el humor; su lugar de acción, el teatro; y su objetivo, el poder político y económico. Hace pocos días reestrenó en el Alfil Instintos Ocultos, la obra que le elevó a la fama en nuestro país, donde despliega todo su repertorio de provocaciones escénicas. Paralelamente, dirige en el Teatro de las Aguas un montaje titulado La otra fantasma, un corrosivo espectáculo que se mofa de la multitud de musicales que copan la cartelera madrileña, en el que él aparece en vídeo interpretando a Dios. Pero lo más revolucionario lo ha dejado para el inicio del próximo año. Al cómico se le ha ocurrido darle la vuelta al calcetín de los autobuses turísticos y tiene pensado organizar visitas por «lo peor» de la ciudad: «Inmuebles comprados con sobornos, escándalos inmobiliarios o las casas ilegales construidas por ciertos cargos públicos. Además, ahora que se habla tanto de destruir los monumentos de Sadam Hussein en Irak, aquí tenemos el Valle de los Caídos y nadie hace nada», afirma Bassi. Él será el guía Salvo las rutas, que todavía están por concretar, lo tiene todo pensado: los autocares saldrán los domingos por la mañana desde la Plaza de España y cada excursión durará unas cuatro horas (de 11 a 15 horas, aproximadamente), con él como guía. No habrá ánimo lucrativo y los participantes abonarán sólo el precio del autobús. Los recorridos se irán renovando de una semana a otra, conforme vayan llegando nuevas ideas. «El payaso tiene que ser un rebelde. Cuando una persona pasa ocho horas al día delante de un ordenador y después de ir al supermercado está otras cuatro delante de la televisión, se aleja de sus instintos y llega a asistir a su vida como si fuera un voyeur, un espectador de ella. Hay que reavivar todo esto como sea, no nos podemos rendir ante esta enorme máquina que es la sociedad», argumenta este humorista, descendiente de una línea de comediantes italianos, franceses e ingleses de más de 130 años de antigüedad. Estos safaris pijos, como él los llama, son ya una práctica habitual en los lugares donde fija su residencia. En España sólo los ha organizado en Palma de Mallorca, donde cuenta que un día entró en la recepción de un hotel de lujo con 120 personas y una bolsa con 1.200 euros (diez por persona) para pedir una habitación doble, con la intención de instalarse todos ellos dentro. «Hoy todavía se pueden hacer cosas, no todo es ilegal», afirma Bassi. En otra ocasión se plantó en un campo de golf privado de la isla para jugar a petanca. «Pero yo no soy un loco, antes consulté a un abogado, y averigüé que las calles del recinto eran públicas y que de allí no me podían echar. Fue la policía, pero no me pudieron hacer nada», comenta riéndose. El activismo de este showman no conoce fronteras. Además de dirigir una obra, protagonizar otra y preparar los tours anti turísticos, también promociona la Mecca Cola, una bebida surgida en Francia como alternativa árabe a los dos refrescos de cola más consumidos del mundo. De hecho, en varias ocasiones ha ofrecido una degustación antes de la representación de La otra fantasma. «Pero si hasta la Casera, que es algo tan español, pertenece a la Pepsi. Ésta y la Coca Cola se reparten el 95% del mercado de las bebidas con burbujas», afirma. La otra fantasma se encuentra ya en su cuarta edición, con renovaciones continuas, aunque con un propósito inamovible: desmontar el mito de Broadway. Para ello, su escritor y director ha fichado a una verdadera actriz de musicales, Laura Inclán, con experiencia en montajes como La bella y la bestia, Grease o Quo Vadis. Por su parte, Instintos ocultos , que estará dos meses en cartel, es una obra transgresora que ha acaparado premios y elogios por medio mundo.