Aznar acepta ahora que la Constitución se reforme sin afectar a la unidad de España

ESPAÑA

BENITO ORDÓÑEZ

Defiende la igualdad de la mujer en la sucesión a la Corona y hasta estudiaría modificaciones en el Estatut Rechaza las exigencias vascas porque suponen un «cambio de régimen»

07 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El hondo y equilibrado discurso del Rey en el que reclamó «consenso» y «diálogo» para preservar una Constitución que consideró «flexible» ha dado sus primeros frutos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, que hasta ayer se había mostrado inasequible en su negativa a cambiar una sola coma del texto se mostró dispuesto a abordar reformas «secundarias» en la Carta Magna siempre que no afecten a cuestiones «básicas», entre las que incluyó el régimen político, las libertades fundamentales, la separación de poderes y la unidad de España en torno a las comunidades autónomas. Durante la recepción ofrecida por la presidenta del Congreso con motivo del 25 aniversario constitucional, Aznar superó las tradicionales confidencias a la prensa a micrófono cerrado y decidió ofrecer una rueda de prensa. En ella, explicó que estaría dispuesto a reformar aspectos como la posición de la mujer en la sucesión a la Corona. «Nadie discute el principio de igualdad en ningún sitio del mundo», aunque, dijo, no es necesario abordar ese problema «como si nos estuviera quemando en las manos», porque hay mucho tiempo para hacerlo. Aznar diferenció claramente esas reformas «secundarias» de otras que consideró «inaceptables», en referencia al plan Ibarretxe. Ese tipo de ideas, insistió, suponen la «segregación» de una parte de la población y la ruptura del acuerdo de 1978. Estas propuestas que «algunos ya están planteando» suponen en realidad un «cambio de régimen» y «romper la unidad del país», por lo que, sentenció, nunca podrán ser aceptadas. «Quien piense que eso no tiene consecuencias, se equivoca, pero lo importante es que existe una mayoría de españoles que no quieren que se rompa», añadió. Sin embargo, admitió la posibilidad de estudiar una reforma del Estatuto de Cataluña porque si se plantea «respetando las reglas del juego habrá que ver el contenido de lo propuesto». En un tono muy sosegado, el presidente se refirió a otro tipo de cambios defendidos por la oposición. Aludió por ejemplo a los referidos al Senado, de los que no se mostró especialmente partidario. Citó para ello el ejemplo de Alemania, donde el Bundesrat se quiere reformar para dejarlo «justamente en el sentido del Senado español». El presidente arremetió contra los nacionalistas de PNV y ERC. A los primeros, los acusó de «deslealtad» y sobre los segundos aseguró que un partido que tiene el 15% de representación no puede impulsar reformas constitucionales. «Eso no ocurre en ningún país del mundo», aseguró. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, rindió tributo durante su discurso a todas las víctimas del terrorismo, entre los que incluyó a los siete agentes del CNI asesinados recientemente en Irak.