Un relato único sobre el horror cotidiano de la Alemania nazi

Lorenzo Calonge madrid

ESPAÑA

No se lo pierda | «Quiero dar testimonio hasta el final» Victor Klemperer, un intelectual judío que se salvó de ir a un campo de exterminio, narra la barbarie diaria a la que estuvo sometido durante el III Reich

18 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Con ocho años de retraso, llega a España una obra clave para entender el horror cotidiano de la Alemania nazi. Quiero dar testimonio hasta el final. Diarios 1933-1945 (Galaxia Gutenberg /Círculo de Lectores) es el relato único y estremecedor de un intelectual polaco, Victor Klemperer (1881-1960), a quien su matrimonio con una alemana no judía le salvó de morir en un horno crematorio, pero no de sufrir multitud de humillaciones del Tercer Reich. Le quitaron la cátedra y todos sus libros, le obligaron a hacer trabajos forzados en varias fábricas y le recluyeron en una Judenhaus (casa sólo para judíos). Según el manual nacionalsocialista, él no respondía a la pureza de la raza y ése defecto se lo hicieron pagar minuto a minuto. Todas estas vejaciones diarias y cómo el pueblo aceptaba la barbarie las iba anotando en un diario, que es el que ahora se publica en nuestro país. «Ayer, y hoy todo el día, he estado muy hundido; peligro de muerte cada vez más angustioso, estrangulamiento cada vez mayor, atroz inseguridad. Hay que continuar. Ya encontraré alguna lectura enriquecedora, y continuaré con esta osadía del diario. Quiero dar testimonio hasta el final». Ése era el ánimo que le ató, durante más de una década, a la práctica masoquista que reflejar minuciosamente en unas cuartillas sus penurias cotidianas. Su mujer, la pianista Eva Schlemmer, era la encargada de ocultar los manuscritos en casa de una amiga. En 1960, tras la muerte del autor, las 16.000 hojas fueron trasladadas a la biblioteca de Dresde. Allí durmieron en el cajón de los olvidados durante 35 años, hasta que Walter Nowojski, un antiguo discípulo de Klemperer, pudo sacarlos a la luz con la ayuda de la segunda mujer del escritor. Para la edición española, Carmen Gauger ha sido la encargada de traducir las cerca de dos mil páginas.