Amnistía Internacional denuncia una ola de maltratos contra inmigrantes

Melchor Sáiz-Pardo MADRID

ESPAÑA

Considera que existe el riesgo de que España cree una justicia de segunda para extranjeros Denuncia torturas contra miembros de ETA, a la que no califica como grupo terrorista.

28 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Las denuncias por el deterioro de los derechos de los inmigrantes en España y el aumento de los malos tratos a los extracomunitarios irrumpen con fuerza en el informe anual de Amnistía Internacional (AI) presentado ayer en Madrid. Un año más, la organización vuelve a denunciar las supuestas torturas durante los períodos de incomunicación de integrantes de ETA (a la que no califica como banda terrorista). No obstante, en esta edición pone el acento en el incumplimiento de las leyes antidiscriminación, en la falta de garantías de las expulsiones de los clandestinos y en los malos tratos a menores. Esteban Beltrán fue tajante: «Hay un riesgo real de que España se apunte al tren de crear una justicia de segunda clase para extranjeros, con menos derechos fundamentales». Amnistía reconoce explícitamente que existen en España «leyes y normas contra la conducta discriminatoria», pero asegura que en muchos casos son papel mojado porque «la aplicación de criterios raciales es algo común». Particularmente preocupada se declara Amnistía Internacional por las reiteradas denuncias de las vejaciones a las mujeres extracomunitarias. Las extranjeras indocumentadas -sostiene el estudio- son «especialmente vulnerables a sufrir violaciones o graves agresiones sexuales bajo custodia». Amnistía, que incluye a España en la lista negra de los 106 países del mundo donde se han documentado «torturas» a manos de la policía, se centra también en subrayar las continuas irregularidades en las repatriaciones. Tampoco falta en el estudio un duro reproche al Gobierno español y a otras autoridades por el trato a los menores extracomunitarios no acompañados, especialmente en Ceuta y Melilla. AI reconoce que tras las denuncias de la ONU y de la Fiscalía la situación de los centros de acogida mejoró, pero los malos tratos volvieron a salir a la luz en Las Palmas de Gran Canaria.