Catorce heridos tras descarrilar otro talgo y ser embestido por un regional

José María Francisco BURGOS

ESPAÑA

La máquina se salió de la vía, sin que se sepan las causas, entre las localidades burgalesas de Pancorbo y Bujedo El ministro de Fomento, Álvarez Cascos, viajó al lugar nada más conocer los hechos.

25 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Catorce personas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, en un accidente ferroviario que se produjo a las 18.15 horas de ayer entre las localidades burgalesas de Bujedo y Pancorbo. Según información facilitada por Renfe, el siniestro tuvo lugar cuando la máquina de arrastre del talgo que cubre la línea Barcelona-Salamanca se salió de la vía y fue embestida por un tren de recorrido regional que circulaba en sentido contrario. Ninguno de los viajero lastimados sufre lesiones que pongan en peligro su vida. Al cierre de esta edición, los inspectores de la compañía ferroviaria aún no habían podido determinar las causas que provocaron que la máquina del talgo descarrilase a la altura del kilómetro 440 de su recorrido, entre las dos localidades burgalesas citadas. Tras descarrilar, el furgón quedó tumbado sobre la vía y el convoy frenó en seco, momento en el que se produjeron las primeras contusiones entre el pasaje, compuesto por medio centenar de viajeros. Vitoria-Madrid La máquina, en su caída, invadió la vía que discurre paralela a aquella por la que circulaba el talgo. Eso hizo inevitable que fuese embestida por un tren regional que, instantes después, pasó por ese mismo punto, aunque en dirección contraria. Este segundo convoy, que realizaba el recorrido Vitoria-Madrid, transportaba a 75 pasajeros, según datos de la empresa. Fue este impacto el que provocó el mayor número de heridos. Algunos de ellos pudieron ser atendidos por el personal médico de los servicios de urgencia que, junto a numerosas patrullas de la Guardia Civil, acudieron al lugar del siniestro a los pocos minutos de producirse. Pero al menos doce fueron trasladados hasta el hospital de Miranda de Ebro. Aunque la mayoría recibió el alta médica a las pocas horas, al menos dos pasaron la noche bajo vigilancia facultativa y con pronóstico reservado. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, acudieron al lugar del accidente a primera hora de la noche, donde informaron de la apertura de una investigación oficial para determinar las causas del siniestro.